miércoles, 18 de febrero de 2009

El complot

Hoy, voy a romper una lanza a favor de la tercera edad. Por cierto ¿De qué están hechas las lanzas? ¿Porque debe costar romper una lo suyo, no?

Me he dado cuenta que en ciertos autobuses de la EMT de Madrid, abundan los jubilados, mucho más que en otros, yo los asocio con los antiguos microbuses y los números bajos, que dan muchas vueltas por calles pequeñas de barrios antiguos.

Una vez hace años que iba en el M-3 que iba con unos amigos y cuando llegó mi parada me dijeron
- Cuando te bajes, va a subir la media de edad 30 años.

Hombre... 30 años ya no, pero ayer iba en uno que cuando me bajé, la media aumentó como 20. Vamos, que me levanto y pregunto lo de la lanza, y más de uno lo sabe, por propia experiencia.

Bueno pues después de este viaje, quiero denunciar que hay un complot en contra de los jubilados de esta ciudad ¡¡quieren dejar de pagar pensiones matando a las ancianitas que viajan en bus!! o por lo menos descalabrarlas, porque las llevan haciendo unos equilibrios a las pobres...

A los conductores les ofrecen bonus y objetivos, y ellos se entregan a ello: Y venga frenazos y venga giros extraños, y las pobres señoras se van agarrando a las barras que les pillan 30 cms por encima de sus cabezas, muy malamente.

Esto es como aquello que se contaba de los buses del Imserso, que provocaban accidentes para no pagar pensiones, que el que se lo inventó, como decía Mr. Incognito, había que revisarle el disco duro.

Al entrar había poca gente. Una señora cerca de mí, con un tapón de algodón en el oído. Se sube otra y sienta delante de ella. Se ve que se conocen, porque empiezan a
hablar, debían conocerse mucho, porque se levantó e intentó decirle algo al oído.
Con el frenazo pertinente, se le cayó el tapón de algodón, que se quedó ahí tirado, como primera víctima de este complot.

Nota: La otitis, la gran enemiga de los secretitos.

Iban hablando de algo que había visto una en un centro cultural.

Otras dos, compañeras de promoción de estas, se quisieron bajar 2 paradas más tarde. Lo hicieron con un ejercicio de utilización de las barras, que en las olimpiadas las dan un 9,75 como mínimo.

El conductor viendo que había fallado, decidió aumentar las apuestas y salirse del carril bus, parando a la altura de una parada, pero en un carril aleatorio. Ya puestos, tampoco les abre las puertas.

- Oiga, que no ha abierto las puertas
- Es que aquí no puedo parar
- Ah! es que hay un bigote. Dice una de las pasajeras supervivientes.

¿Un bigote? Desde luego este Aznar, desde que dejó el poder, no encuentra su sitio.

Al parecer se refería que había un tope de plástico entre los carriles. Al final las dejó donde buenamente le pareció al hombre: cualquier parecido con la parada original, pura coincidencia.

En esa misma no-parada se intentaba subir una ancianita, que hasta la lanza le había caducado. La pobre mujer hacía lo imposible por subir el escalón (que le llegaba como a media pantorrilla) jugándose la vida en medio de un carril central de la calle.

El conductor vio ahí una víctima fácil, y como no está la cosa para despreciar bonus, la dejó que siguiera luchando infructuosamente con el dichoso escalón. Yo hubiera jurado que era de esos autobuses que se pueden bajar un poco, pero se ve que no.

Al final un chico le ayudó subir, vamos, casi la levanta en volandas.

La mujer aún tenía que llegar hasta un asiento, y el conductor (¿alguién conoce un sinónimo de conductor? que no sea autobusero, vamos) no estaba dispuesto a ponérselo fácil, aceleró y frenó unas cuántas veces hasta que milagrosamente la mujer llegó a sentarse.

- Este mes no alcanzo los objetivos.
Le oí decir (bueno, quizá no)

Mientras, el que supongo era hijo de la señora, que yo había identificado como "chico", empezó su propio show.

Describiré al individuo: Se parecía a Ovidi Montllor, con un jersey de la época de Ovidi Montllor, un peinado de la época de Ovidi Montllor... y unos pantalones rabicortos y calcetines blancos que, que,.... que no se han llevado en la vida, hombre! Pero que alegraban mucho el conjunto, lo reconozco.

Se ve que también se dedicaba al mundo del espectáculo, y se empeñaba en hacer equilibros en el bus, sin sentarse, mientras luchaba con 3 bolsas 3. Era como estos que hacen malabares en los semáforos, pero en versión casposa.

Si vas en un autobús conducido por Carlos Sainz ¿cómo dejas algo en el suelo? Yo me sentaría primero y con mi centro de gravedad bien bajo, lo dejaría en el suelo.

Pues este no, este lo hizo mientras seguía de pie, a este en ejercicio de suelo, le ponía un 9,85 hasta el juez ruso.

Claro, que es que tenía que ponerlas en el centro del autobús, y no en su sitio. Algún día sabremos porqué.

Le decía la pobre madre
- Las bolsas

Y él a gritos
- No se las van a llevar!!!

Por delante de una patada, es posible hombre.

Como a la madre ya se la tenía muy trillada, empezó con el conductor para que bajara la calefacción porque
- Se masca el calor

Yo solo había oído lo de "se masca la tensión", pero el calor, primera vez que lo oía.

Después se quiso meter en la conversación de las señoras del algodón finiquitado
- De qué hablan ¿de un teatro?

Es la primera vez que veo en mi vida a un jubilado hacerse el longuis para no establecer una conversación con un desconocido, en un transporte público.

Al final consiguió que le contestaran bastante a desgana y con muy malas caras.

Me bajé entonces, pero convencida de que había alguién más en el mundo que pasaría el test de los taxidermistas.

No sé, yo recordaba a Ovidi Montllor más majo.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Me estoy acordando de cuando llevo a mi hijo en el bus, que suele ver excavadoras por todos los sitios, y siempre algún abuelete le dice:"ay que niño mas rico, que dice excavadora, como te llamas?" y Pablo automáticamente, deja de hablar hasta que nos bajamos.
Muy buena la entrada!

loquemeahorro dijo...

A lo mejor si Ovidi hubiera dicho "excavadora" hubiera tenido más éxito.

Gracias guapa, tú, que tienes buen gusto.

Sibiribo dijo...

Ojo, porque también se da el caso del autobusero que, a pesar de estar el semáforo en rojo y tener que esperar para salir de la parada, no se digna a abrirle la puerta a esa señora que viene corriendo compra en ristre desde la otra punta de la calle. Es más, le mira indignado como diciendo "pero señora, qué vergüenza! a su edad y montando el espectáculo..". ¿Cuántas viejunas entrañables habrán palmado a manos de los buxdermistas? ;)

loquemeahorro dijo...

Es que por eso también les dan puntos, no te creas.

Por jubilauta que le da un infarto a la puerta del autobús, les incrementan la productividad o les dan tickets restaurant, o algo...

Gracias por comentar y me ha gustado mucho lo de "buxdermista"

Isi dijo...

Hola!!
Yo creo que por poner un punto de emoción en la vida de nuestros queridos abuelitos, no les va a venir mal. De hecho, mi abuela coge el bus siempre que puede... a ciertas edades hay que buscar otras maneras de descargar la adrenalina ¿no?
Por cierto, te aviso aquí (la primicia se la dí a Teresa) de que tengo un nuevo proyecto de blog. De momento será de libros, y ésta es la dirección:
http://fromisiblog.awardspace.com/
Lo único que tenía claro era que el fondo debía ser de color rosita... (como yo misma).
Un saludo!!
Isi

loquemeahorro dijo...

O sea, que no era para acabar con ellos, sino para tenerles entretenidos, interesante teoría.

Gracias por darme la noticia Isi, me alegro de que te hayas decidido. Ahora mismo entro y te comento, etc, etc...

Anónimo dijo...

No sé si te leerá Victor el de Rocío pero, con su carácter (palabra que se parece peligrosamente a catéter), lo mismo inicia bitácora propia: "el emt como sínfisis de incomprensión y mitos urbanos".

Besos
SPJ

loquemeahorro dijo...

En realidad Víctor forma parte de ese complot, pero están bajo "La Ley del Silencio" y no puede decirlo, o terminaría como Marlon Brando.

No, viviendo en una isla y con un sobrepeso alucinante, no...

Gracias por el comentario, y perdón por este chiste tan horrible.