martes, 18 de septiembre de 2012

No es tan buena como dicen (y II)

Es la mandarina.

Sí, qué pasa,  mi mortal enemiga es un cítrico, cada uno le tiene manía al grupo alimenticio que le da la gana.

En fin, que me acosan las mandarinas, en concreto su olor que impregna comedores escolares y de trabajo, bien mezcladito con los restos de lentejas y salsa de tomate. Y esa gente que no se lava las manos después de pelarlas y van dejando por ahí ese olor... todo el día.. Perdón, me parece que se me está revolviendo el estómago.

Algunas personas me han dicho "Si huele bien". A ver, a ver... eso es subjetivo, de hecho un estudio demuestra que no hay ningún olor que universalmente se considere bueno o malo.

A mí, sin ir más lejos, el olor a gasolina no me disgusta, y el de un compañero que tenía que, a ver cómo os lo explico... ¿Habéis visto ese anuncio que dice...

- ¿Harto de las manchas que deja tu desodorante en tu ropa negra?".

Pues él no tenía ese problema.  Y no precisamente porque no usara ropa negra.

Pues ese me repugnaba. El olor, y el compañero también.

En fin, que no quiero oír más "Si huele bieeen". No, he dicho que no, eh, tú, tú, el del fondo, que estoy te estoy viendo.

Bueno ¿se han acallado ya las voces defensoras de la novia de Naranjito? Porque Naranjito tenía una novia ¿lo sabíais?

Era una naranja que tenía una novia... que era una mandarina... una mandarina que se llamaba (no me veo capaz ni de escribirlo) .... Clementina.

En fin, que me encontré a Clementina agazapada, entre el plato de pescado y el de carne, en versión sorbete. Mire la copa fijamente y le dije:

- Mira mandarina,  vamos a tener la fiesta en paz, yo no me meto contigo y tú no te metes conmigo, tú sigue tu camino que yo seguiré el mío.

Y acompañé estas juiciosas razones con un donoso gesto de mi mano, para dar mayor fuerza a mis palabras.

A mis palabras y al contenido de la copa que salió volando con el claro objetivo de manchar 87 centímetros de tul color rojo picota. Ahí estaba ¡¡el ataque mandarina!! Había decidido destruir al mismo tiempo mi reputación de invitada de lujo y un vestido que hay que llevar al tinte.

Eh, eh, antes de que alguien lo diga, he dejar claro que no me "tiré" el sorbete, no quiero oírselo a nadie ¿Eh? Tú, tú, el levantisco de la última fila, no quiero oírte.

Vale que tampoco puedo, sobre todo porque es muy difícil oír algo leyendo un comentario, pero en todo caso que quede claro que como mucho se me cayó encima. Pero la verdad, la verdad es que la muy rencorosa me atacó con nocturnidad, alevosía y enlace matrimonial por medio. Así, sin que mediara provocación y ni le mencionara su celulitis, ni nada.

¿Habéis visto Carrie? Pues lo mismo pero con sorbete de mandarina.

Bien mandarina, esta vez me has vencido, pero no será la última vez que nos veamos las caras, en concreto, en cuanto empiece el invierno te veré hasta en la sopa, cuando los compañeros te coman en sus puestos de trabajo y dejen ahí las mondas durante horas y horas (que digo yo que si las tiran, tampoco pasa nada).

Corrí (bueno, con los tacones, más bien corrí como una geisha) al baño y ahí empezó el ataque lavabo, o ataque jabón de manos, que todo el mundo sabe que no sirve para lavar manchas, pero con el que insistimos en frotarnos cuando nos pasa algo así, con el subsiguiente resultado de esparcir una mancha mucho más y mezclarla con un liquidillo azul con olor a ambientador de cuarto de baño.

Me vi en el espejo mojada de pies a cabeza, y pensé "Jo, no me falta más que un trozo de cáscara en el pelo, para estar igualita que Calimero"

Aquello había que quitarlo con agua como fuera, no podía volver a la mesa en ese estado, y venga a echarme agua y más agua que corrió más que el cava en esa boda, por lo menos encima de mi vestido.

Al final, cuando ya no se distinguía ni mancha, ni nada más que una tela mojada (como ese vidrio en el que escribí tu nombre) me dije "Bueno ahora me lo seco con el secador de manos, y creo que podré volver al banquete antes de que celebren las bodas de plata."

Venga, ahora me seco con el secador de manos y todo soluc... el secador de manos, este... si hombre, el secador ese de caliente que en concreto, NO han puesto en este baño.

Ese fue uno de esos momentos en la vida que te preguntas cuál es la finalidad de tu existencia no hallando respuesta ni en todo el saber concentrado de "Redes" y en los que lo único que te impide llorar, es la certeza de que además, se te va a correr el rimel.

Oh, campos de soledad, oh mustios vestidos encharcados, si esto me está calando hasta las sandalias!

Tuve un momento de lucidez, o eso me creía yo:

- ¿Y si me quedo en este baño hasta que se vayan todos? O hasta que estén todos borrachos perdidos, y sobre todo hasta que se hayan ido el fotógrafo y el del video.

Seguí cavilando:

Menos mal que no solo se me ha mojado el vestido, sino también el forro del vestido, y ahora se pegan el uno al otro, para hacerse compañía, y se alían con el aire acondicionado para que se solidifique y así si hace falta más hielo, pues nada, que me avisen.

Y así volví al banquete, cabizbaja, calada hasta los huesos y deseando que todos estuvieran muy ocupados atacando al cochinillo como para mirarme. En mi mesa, una camarera había conseguido (más o menos) drenar el lago mandarina que se había formado en mi sitio (por cierto ¿qué capacidad tendrán esas copas?).

Me senté sintiendo como la tela se pegaba a mis rodillas, a mis zapatos, a mi vergüenza. Oh, refajo do te encuentras cuando te necesito!!

Pedí una servilleta
No me la trajeron
Al fin pedí dos servilletas
Y si no me las llegan a traer, pido un mantel y me lo ato al cuello.

Los demás invitados sentados a mi mesa, fueron lo suficientemente gentiles como para no tirarme migas de pan y dar palmas mientras yo me apañaba las servilletas entre el forro, el vestido, y lo poco que me quedaba de dignidad.

¿Habéis visto esas películas en que la chica se hace un vestido con una toalla, cortina o mantel y le queda divino? Pues es mentira cochina. En este caso, cochinilla.

He de decir, que un poco menos empapada y con alguna esperanza de no tener una pulmonía, sí que me sentía.

A todo esto, vino la camarera
- ¿Quiere más salsa?. Me ofreció.
- No, deja, más líquidos no, por favor.

Después se levantó una pareja de mi mesa y se excusó por tener que irse tan pronto. Empezaron a despedirse de todos nosotros:

- Disculpad que no me levante....

Si queréis documentos gráficos, buscad en el tubo "Bodas donde la gente hace el moñas" o "Por qué no invitar a determinada gente a tu boda".

Bueno, si lo buscáis en el Hola.com, poned "Por qué no invitar a determinada gente a tu enlace matrimonial".

Los novios, ya han vuelto de la luna de miel, que todo bien, pero que en el salón les han pedido un suplemento por gasto de lavandería y que si yo sé algo del tema.

jueves, 13 de septiembre de 2012

No es tan buena como dicen (I)


Este verano he hecho varias cosas que no había hecho nunca jamás, por ejemplo: Fui a una boda de etiqueta.

¿Y eso que es lo que es? Pregunté yo, dando  muestras una vez más de mi refinada educación cosmopolita de colegio de las afueras. ¿De las afueras de dónde? Os preguntaréis. De todos sitios, porque yo, no sé cómo lo hacía, pero siempre estaba en las afueras. Una vez, ni entré en clase, con eso os lo digo todo.

Pues lo significaba lo de la etiqueta es que era de largo. Yo de largo, qué ilusión, si yo nunca me he vestido de largo pensé, entonces ¡¡Esta es mi puesta de largo!!

Qué ilusión -  pensé -  ¿Tengo que comprarme un ramillete? ¿Me vendrá a buscar Bobby Dee con un ramillete? Avísame Bobby majo, que te llegas 24 años tarde.

Después de tanta charla, mi subconsciente y yo decidimos hacer algo útil y nos fuimos de compras. No pondré más a prueba vuestra paciencia y resumiré esta fase diciendo que fui al evento hecha un pincel con un precioso vestido rojo picota.

¿Por qué se dirá esto del pincel? ¿Van de largo, los pinceles? Jo, hasta los pinceles se han puesto de largo antes que yo.

Ahora vamos a apretar el botón de FWD (fiu-fiu-fiu lo llamábamos en mi casa, no sé en la vuestra), durante la ceremonia y pasemos a lo que realmente importa en las bodas ¡La pitanza!

Sentada a la mesa, era toda delicadeza porque esta boda no era de las de espada toledana y decidí estar a altura, siendo un prodigio de educación y no salir en Youtube borracha perdida enseñando el refajo al ¿bailar? Paquito el Chocolatero.

Aunque hubiera sido difícil, sobre todo porque por una vez, y sin que sirviera de precedente, no llevé el refajo ¡a lo loco!.

Así que ahí estaba yo sentada, tan mona, cuando de repente, ante mí, vi que también habían invitado al evento a mi mortal enemiga.

¿No os lo había contado? Pues resulta que como cualquier persona que se precie que desee dominar el mundo, tengo una mortal enemiga, una Némesis, una malvada sombra que me acecha, una ... una puñeta vaya.

No, no es que tenga una prima segunda que también fuera a la boda, a la que deteste porque me robara toda la atención en mi primera comunión, o un novio, o algo realmente importante como el pase de la piscina.

De hecho, no es una persona.

Pero no es algo de esos que dicen los famosos cuando les preguntan qué es lo que más odian: "La injusticia", "la hipocresía" ni ninguna otra chorrada por el estilo, no hombre, no, he dicho que es algo realmente serio, algo capaz de amargarle la vida a alguien: Es la ...

Continuará (y acabará la frase)

lunes, 10 de septiembre de 2012

El post-it misterioso. Resultado

¿Cuál sería el contenido del post-it que encontré en la puerta del baño de mi empresa?

Y lo más importante ¿Se dice post-it o posis? ¡Qué intriga! ¡Qué emoción! ¡Qué tontería de concurso!

Pues el resultado es.... cha-chaaaaaaan: La opción dos.

Pues sí, amigos, me encontré esto:

BUSCO TRABAJO FIJO O EVENTUAL

Sé preparar buen café y hacer fotocopias

Y cosas menos importantes como diseño gráfico, márketing...

Ai can spik in inglis very guel.

Si tienes alguna oferta, déjame otro post-it


Respecto a su contenido, os diré que era una sarta de falacias porque:

A) Si hacía buen café, que lo hubiera demostrado. Aunque reconozco que para esto, le hubiera venido bastante bien que hubiera cafetera en la oficina.

B) Efectivamente, bastante menos importantes, a mí, por lo menos, me importa más tener un compañero que nos deleite haciendo capuchinos a diario, a que haga un diseño gráfico de escándalo.

¿Puede vivir el ser humano sin diseño gráfico? ¡Por supuesto! Que se lo pregunten a mi abuela que se murió sin saber lo que era eso ¿Y sin café? ¡Jamás!

Recientes estudios de la Universidad Estatal de Minnesota, hechos el día que se les estropeó la máquina del café, lo demuestran .

En serio, si os hicieran escoger entre cambiar la lamentable café de máquina, cuyos lamentables resultados son que "facilita el tránsito intestinal" por un magnífico café italiano al gusto, o gastar ese dinero en mejorar el diseño gráfico de la web de la empresa. Vosotros ¿qué escogeríais?

No hace falta que contestéis, yo solo os diré que si a esa oferta le añades unos croissants calentitos, les doy a cambio todo el material de oficina que me han dado desde que entré a trabajar aquí.

C) De esto no puedo decir nada, porque a mí, en cuándo me sacan del present continuos...

D) Aunque tuviera yo una oferta, a ver ¿Cómo te voy a dejar otro post-it, si a mí no me han dado ninguno en esta oficina hasta ahora?. Un momento ¿de dónde ha sacado ella tan preciado material de oficina? El manjar de la papelería ¡¡Tú lo que eres es una enchufada, tía!!

Si a mí solo me han dado un boli roto sin tapa ni nada. Por favor ¿nadie quiere cambiármelo por bollería recién hecha? ¿Seguro? ¿Y por un café de máquina?


Pues sí, amigos, este pos... papelito amarillo auto-adhesivo estuvo en la puerta del baño de mi oficina. Y que conste que siguió en la misma puerta durante por lo menos cuatro días.

Pero es que me temo que si en ese servicio, dejarás una cabeza de caballo, es más probable que el resto del caballo volviera a por ella y se la llevara puesta, antes que alguien hiciera algo.

Empezando por la de la limpieza, aunque si esa va a hacer algo, le agradecería que fuera lo siguiente: Limpiar.

Y después de esta muestra gratuita de rencor contra las contratas de limpieza ineficaces, que sé que os ha encantado (porque a todo el mundo le gustan las muestras gratuitas), llega ya el momento que todos esperabais, presos de inquietud (jo Inquietud, cómo eres), el de desvelar quién ha ganado uno de los lamentables premios que ofrezco.

La primera persona que adivinó la opción correcta, y que de hecho, dejó el primer comentario, fue Mónica-Serendipia, así que enhorabuena Mónica y enhorabuena, Serendipia, espero que volváis a disfrutar de tan  magno premio.

Y aquí un giro de guión que nadie se esperaba (oh, qué intriga, cielos), aunque hasta ahora el primero en acertar la verdadera era el ganador, quizá ha llegado el momento de cambiar este sistema para que tenga alguna gracia seguir participando una vez se han escogido todas las respuestas posibles, y para agradeceros vuestra participación, a pesar de que los premios estén a la altura de la limpieza del cuarto de baño de mi trabajo.

Así que, después de un torpe uso del radom declaro que el segundo ganador es... Susana.

Así que muchísimas gracias a todos por participar, y a los ganadores felicidades y recordad que el concepto de "futura" entrada/imagen,  es muy subjetivo.