miércoles, 11 de febrero de 2009

Fundirse o no fundirse

He leído una entrada en el blog Perlas Ensangrentadas (que cito sin permiso, ni bochorno alguno), sobre "La Nueva Vale" que me ha recordado muchísimo una cosa que he comentado varias veces con amigas.

En primer lugar, es importante saber que algunas revistas llevan el artículo en masculino y otras en femenino. Por una parte está "El Hola" y por otra "La Vale", es una verdad inmutable, si lo habéis estado diciendo al revés lo siento, yo no pongo las normas.

"La Vale" (la vieja, se entiende) se empezó a publicar cuando yo "estaba en la edad" (sea cuál fuera esa edad), y se promocionaba algo así como una versión más ... estooo... atrevida que "La Súper Pop", que era la única que existía entonces.

Yo la Vale, ni vieja ni joven, me la he leído en la vida, pero en séptimo de EGB (sí, hice la EGB) o por ahí, me leí más de una vez "La Súper Pop".

No, comprar no me la compré en la vida, por dos motivos fundamentales

a) No tenía dinero ni para comprarme un donuts de chocolate de panadería.
b) Era demasiado guay para comprarme semejante cosa.

Vamos, que aunque hubiera tenido dinero, lo hubiera gastado en cualquier otra cosa antes, especialmente en el donuts ese (qué buenos)

Entiéndase bien, era demasiado guay para pagarla, pero no para leérmela. Es decir, a la pobre que se la compraba, se la quitaba sin ningún prolegómeno y seguidamente me burlaba vílmente de la revista y de la pobre que la había comprado.

Que diría la chica

- Hombre, por 20 duros no me puedo quejar, al mismo tiempo no me puedo leer la revista, y se ríen de mí en mi cara. Dinero bien invertido.

Se ve que ser guay y cruel, no eran incompatibles. Me pregunto si este breve período como acosadora escolar me está pasando factura y si no debería hacer una lista como Earl y pagarle una suscripción a mis víctimas del pasado.

Vale, de reirme de las compradoras estoy muy arrepentida, pero de reírme de la revista en sí, pues hombre, no sé si estoy tan arrepentida...

Para el que no la conozca, contaré lo que me dijo una compañera de facultad, que había sido lectora habitual años antes:

- Yo leía cosas como "Declaraciones de Luis Miguel al cumplir 15 años: Siento que ya he madurado" y yo que tenía 13, pensaba "Claro, con 15 años, ya se puede"

A mí los cumpleaños de Luis Miguel no me importaban ni para reirme de ellos, la verdad (aunque del peinadito que me llevaba, seguro que me dió tema de conversación). Mis secciones favoritas eran las de consejos, test y por supuesto "Mi primera experiencia".

Por lo que he leído en Perlas Ensagrentadas, y visto alguna vez brevemente en alguna revista actual del ramo (del ramo hormonal), los test y los consejos vienen a ser más o menos los mismos de siempre:

Test: "¿Te puedes fiar de tu mejor amiga?" "¿Cómo es tu hombre ideal?"

Consejos: "Cómo conservar a tu mejor amiga", "Cómo encontrar a tu hombre ideal".

Y es que en esto del reciclado eran unos hachas, que tenían 4 temas, pero les daban una vidilla, que ya quisiera el vidrio (que dicen que tiene muchas vidas).

Poco después de que dejara mis hurtos con fines tan poco loables, la revista dio un giro, para ponerse al día de las entonces nuevas Ragazza (sí, hubo un tiempo en que Ragazza fue nueva), Vale, etc... y se puso más lanzada, para entendernos:

Pasaron de "Cinco trucos para ser compatible con tu chico" a "Cinco trucos para ser más compatible sexualmente con tu chico".

Pero en mis tiempos no, en mis tiempos lo más atrevido era la citada sección "Mi primera experiencia".

Lo habéis adivinado, a pesar de la edad que teníamos, no se refería a aquel primer Fortuna Light ni a aquella copita de Sidra el Gaitero que te dejaron tomar en las fiestas de tu pueblo.

No, esa primera experiencia era para fundirse. ¡Sí, sí, fundirse, qué pasa!

Vamos por partes. Generalmente la que lo contaba estaba de vacaciones en la playa o algo así (o eso creo recordar), y conocía un chico y sus miradas se cruzaban y surgían chispas (su primera colonia). Él siempre era guapísimo.

Durante 4 párrafos te contaban la historia más simplona y aburrida de todos los tiempos, en la que se encontraban o se dejaban de encontrar aquí o acullá y en la que decía lo azules que eran los ojos de ese chico tan guapo, y otras frases igual de impactantes. En el último, por fin llegabas a lo que parecía el punto culminante.

O eso te creías tú, porque por lo menos la página se acababa, y ¿qué pasaba? Pues que se fundían en la pasión, o algo así... Sí, sí, se pasaban la vida fundiéndose.
Que cuando explicaron en clase lo de los estados sólidos, líquido y gaseoso, pensé que era una guarrerida.

Pues sí, no contaban absolutamente nada. Siempre había una frase final tan cursi como ambigua que te dejaba con un palmo de narices.

Claro! y así no te entraban ganas de pagar por eso!! Y le devolvías la revista a la pobre dueña, con cara de superioridad moral, mientras pensabas "nunca más". Bueno... hasta que se compre el siguiente número que ya veremos si se funden, se derriten o se evaporan.

Los tiempos han cambiado y leo en la portada de La Vale "Todo sobre la píldora del día después". ¿Del día de después de qué? ¿De fundirte?

8 comentarios:

Kike dijo...

Jajaja. Los de "fundirse" es buenísmo.
Me ha encantado abrir tu blog y ver una referencia al mío.
Un abrazo enorme. Nos leemos. Besos

Groupiedej dijo...

Yo con doce o trece años me compraba El gran musical, que era como La Superpop pero para adolescentes con infulas de culturetas (el Rock de Luxe ni sabíamos lo que era), pero le robaba la otra a mis amigas. Y también leí La Vale... luego ya empecé a fumar y me gastaba el dinero en tabaco que siempre me ha parecido mucho menos nocivo.

loquemeahorro dijo...

Hola Kike, me alegro de que te haya gustado, esto no pasa todos los días, no te creas :-)

RFP: ¡El Gran Musical! Uy, yo también "pedí prestada" esa revista alguna vez, era una revista de Los 40 Principales, no? Aunque lo realmente importante es que ¡¡Yo fui al Gran Musical!! al programa que se hacía en directo. Algún día lo contaré.

Teresa dijo...

Que bueno, me he reídoun montón y sobre todo me has recordado cuando mis hijas leían esas revistas. Qué recuerdos.
Para que no digas que no te leo, me encanta.
Un saludito, y gracias por seguir leyendo y escribiendo
Teresa

Grimo runner dijo...

Yo a esas revistas les tengo un cariño muy especial, lo que he aprendido con ellas leyendolas cuando mi hermana no se daba cuenta, en parte me han criado sexualmente, asi me ha ido claro. Un beso.

loquemeahorro dijo...

Teresa: Muchas gracias a tí por leerme y comentarme.

Grimo runner: Gracias a tí también, por tus puntuales comentarios. ¡Ah, y no me extraña que te quedaras con-fundido! (era un chiste malo, pero lo tenía que decir)

exseminarista ye-ye dijo...

Me recuerdas a mí, yo se las robaba a mis primas y después les decía más o menos lo mismo "no sé como puedes comprarte esto, que tontería mas estúpida" o algo similar, siempre con aire de superioridad, jeje. Y mi sección favorita era la de Mi primera experiencia, para mí que las historias se las inventaba el becario, ¡mira que eran pavas!

loquemeahorro dijo...

ExSeminarista ye-ye: Veo que no soy la única que seguía esa (lamentable) técnica para enterarme de la (falsa) Primera Experiencia de vete tú a saber quién.
Sí, creo que lo escribía el becario.
Gracias por comentar!