Voy a plagiar de la manera más descarada el comentario de Homo Libris sobre la entrada anterior:
"...ay, el tiempo pasado, cuando al regreso de las vacaciones nuestros maestros, con ánimo de entretenernos un ratejo más y prolongar las suyas, nos (im)ponían la tarea de redactar cumplidamente nuestras aventuras veraniegas. ¡Y quién decía que nos habíamos pasado las noches tirando globos de agua a los gatos callejeros y subiéndonos a los árboles a coger ciruelas! Pues nada, que el verano había sido divertido, repasando con los cuadernos de Vacaciones Santillana y visitando a nuestras tías y abuelos. :D"
Así que ahora voy soltar mi propio rollo sobre este tema de las redacciones post-vacacionales.
Efectivamente, en mi infancia sospeché repetidamente que ese entusiasmo del profesorado por nuestras actividades durante el período vacacional, tenía gato encerrado.
Creo que el gato en cuestión se llamaba "Mañana primer día de clase, pues nada, les coloco una redacción y ya está".
Que es lo mismo que animaba aquello de "Vais a poneros nota vosotros mismos, como un ejercicio de autoevaluación, etc..."
¿Artera maniobra para enmascarar una posible resaca?
¿Vivo interés por los resultados deportivos?
Volviendo al tema de las redacciones de "Mis Vacaciones", yo las odiaba porque mis vacaciones (salvo excepciones) no podían despertar envidia ni entre la población reclusa (y sé de lo que hablo).
Si hubiera sido sincera hubiera escrito
"Mis vacaciones de Verano:
A pesar de que la pésima experiencia de "Mis vacaciones de Semana Santa" no presagiaba nada bueno, he decir que en estas vacaciones he conocido cotas de aburrimiento inimaginables para el ser humano hasta ahora.
Mi aburrimiento ha llegado a tal punto, que ha habido momentos en los que he estado tentada de hacer el "Vacaciones Santillana", pero tranquilidad: al final me he conseguido contener y hasta anoche a las 9 no rellené una línea.
Así que en vista de los hechos arriba expuestos, y cara a ahorrarnos ambos los bochornosos futuros capítulos de "Mis vacaciones" ¿por qué no me exime de este lamentable ejercicio?
Que yo, si veo que me pasa algo interesante, ya se lo cuento ¿Vale?.
Por cierto, no sé si se habrá dado cuenta, pero como con el aburrimiento te dan ganas de picar, creo que estos días, me he comido un diccionario."
Y es que cuando eres pequeño, tienes una gran capacidad de aburrimiento, y cuando te aburres, se lo tienes comunicar a toda la humanidad, y vas por tu casa repitiendo
- Me aburro
- Me aburro.
- Me aburro. ¡Mea-burro! Ji-ji, mea-burro, mea-burro, mea......
Venga, confesad ¿quién no ha dicho esto en su infancia, y se ha sentido tan gracioso como, por lo menos, Beny Hill?
De mayor, esto del aburrimiento cambia mucho, yo ahora solo me aburro en una sala de espera (si no llevo un libro), o en el trabajo, bueno... ahí me aburro mucho.
Alguna vez le he dicho a un compañero:
- ¡Qué aburrimiento!
- ¿Es que no tienes trabajo?
- Sí, tengo mucho trabajo, pero ¿es que a tí tu trabajo te parece divertido?
Hombre, yo respeto cualquier opción, pero me sorprende que lo digan, así, alegremente, en público, sin ningún recato.
Yo creo que a partir de cierta edad, no hacer nada deja de ser aburrido y pasa a ser algo muy distinto:
A los 8 años: No tengo nada que hacer esta tarde ¡Qué rollo!
A los 38 años: No tengo nada que hacer esta tarde ¡Qué maravilla!
Puede ser que te lo hayas pasado muy bien, pero que mientas en tu redacción, por los motivos que apuntaba Homo Libris.
"En estas vacaciones he ido a mi pueblo y me lo he pasado pipa apedreando animales desprevenidos, robando melones y además
¡Mi primo me ha enseñado a fumar!
¡Ha sido el mejor verano de mi vida!"
Esto es posible que hiciera mucho por tu imagen ante tus compañeros, pero te lo ahorras, por no darle un disgusto a tu profesor.
No siempre el verano en el pueblo era tan idílico:
"Este verano he ido al pueblo y cada vez que salía a "la calle" (la única que tiene), cada 5 metros aparecía una viejecita vestida de negro (para mí que era siempre la misma), me paraba y me decía
- Y tú ¿de quién eres?
Según mi madre, debo decir que soy propiedad privada de una tal Antonia "la forastera".
Al principio no sabía ni quién era esa señora, después me dijeron que mi abuela se llama Antonia, y que aunque ella no ha salido del pueblo en su vida, al parecer su padre fue el último en instalarse en el pueblo, cuando Fernando Séptimo llevaba paletón (que tampoco sé lo que es).
Lo que no me han dicho, es en qué momento mis padres me vendieron a mi abuela. ¡Quién sabe qué más oscuros secretos existen en mi familia!
Después de esto, las señoras esas arrugadas me daban unos besos que no me gustaban nada, pero aunque intentara zafarme, no podía, porque tenían más fuerza de la que parecía y me inmovilizaban, cogiéndome la cara con las manos, mientras decían:
- Pero qué rico eres, jodío!!
Ahora ya sé por qué se llama "Castilla La Vieja"
También había gente que hacía más o menos lo mismo en cualquier parte donde fuera:
"Estas vacaciones me he pegado con mi hermano en Madrid, en el coche, en Gandía, en el pueblo.
En Julio decían mis padres que el año que viene, nos mandaría a un campamento, en Agosto decían que a un internado y anoche que a un reformatorio.
Así que el curso que viene ya le contaré qué tal me ha ido, pero yo creo que lo pasaré bien, con tal de que no me separen de mi hermano. Que si no, a ver con quién me pego yo."
29 comentarios:
Yo particularmente era propiedad privada de una señora llamada 'la Tata' y propiedad subsidiaria de 'Toñín el guarda'. Era impresionante el poder de este santo y seña, oiga: con sólo enunciarlo, podías acceder a los más recónditos y secretos rincones de mi pueblo y nadie te decía ni media. Ser de la Tata era como ser del FBI o de la KGB: te daba licencia para matar. Apúnteselo por su algún día va Vd. a mi pueblo: si llega allí y le preguntan que tú de quién eres y dice usted que es de 'Antonia la Forastera', lo más probable es que la corran a Vd. a boinazos. Decír la ascendencia genealógica incorrecta está muy mal visto en mi pueblo, amiguita. Es como si va Vd. el día de la fiesta, se planta en mitad de la verbena y anuncia a pulmón tendido que las fiestas de este pueblo son una mierda. Puedo asegurarle que a los diez segundos se encontrará Vd. huyendo despavorida campo a través (a través de la era), esquivando cachavas y geranios en su maceta que le serán arrojados, con todo el pueblo tras de Vd. a rabioso trote tendido, incluyendo cura, médico, alcalde y hasta su última y más arrugada vieja.
Y sí, tiene usted toda la razón; no hay nada como pasarse las vacaciones con tus hermanos metiéndoos tierra en los ojos o estampándose la cabeza contra las paredes los unos a los otros. Pese a los cuadernillos Santillana, que ni siquiera incluían el ejercicio final de Coméntalo con tu compañero, lo más divertido y pedagógico jamás urdidos en ministerio de educación alguno.
Yo recuerdo un título de redacción muy recurrente en qquellos tiempos de la EGB: La Primavera. Qué horror hablando del sol y de las flores. Qué vas a contar con siete u ocho años de la primavera!!! Y eso que a mí las redacciones me encantaban y también los dictados porque era un hacha de la ortografía. Mis veranos eran también aburridos a partir de que todoas mis amigas se iban a sus pueblos y yo no tenía pueblo al que ir...
Jamás osaría críticar las fiestas de un pueblo (en el que estuviera), ni al pueblo en sí.
Y sobre todo, que las campanas suenen cada cuarto de hora, durante toda la noche, porque entonces (además de mantearme), me llamarían, no forastera, sino "refugiá", que fue lo que oí a una .... buena señora el otro día en la tele.
Bueno a ella le costó 3 intentos decir algo parecido a "refugiada", para insultar gravísimamente a la (pérfida) madrileña que intenta dormir por las noches en vez de pasárselas en vela, contando "los cuartos" (qué tía!! como dijo otro "pues que quite las campanas de Madrid")
Prima de Audrey, ¡Gran tema el de La Primavera!
Solía empezar "la primavera es muy bonita", y seguía con reflexiones igual de profundas, con lo feliz que yo hubiera sido si me hubierand dicho "escribe las primeras 10 tonterías que te vengan a la cabeza"
Yo tampoco tengo pueblo, y total para ir a uno y que te llamen "refugiá"
Muy bueno lo tuyo, como nos de a todos por contarte nuestras experiencias en los veranos de los pueblos, te vas a enterar.
Lo mío no era que iba a un pueblo, es que yo vivía en el pueblo. jejeje y me conocía a las "forasteras" que no dormían por tontás como el sonido de las campanas jejeje.
Teresa
jajajaja, y yo que me hacía los cuadernos santillana y luego nunca nos lo pedían al principio del curos!!! Mierda!!! Mi abuela nos ponía a todas las primas a hacerlos juntas los primeros días del verano (y si alguna necesitaba ayuda, que le ayudaran las demás, el caso es que no diéramos el peñazo). Pero eso no lo ponía en la redacción (por vergüenza).
Pero en el pueblo mira que lo pasaba bien, ni te lo imaginas; lástima que no tuvieras...
Aunque ahora que lo pienso, veo a mi abuela bajando a buscarnos a las 5.15 de la mañana a la plaza del pueblo porque nos había dejado hasta las 5 y llegábamos tarde!! Dios!! En cuanto la veíamos por la calle, salíamos corriendo para que nuestros amigos no se enteraran de que nos venía a buscar!!
Eso tampoco lo puse en la redacción.
Os cuento otra anécdota (no de mi abuela): una vez nos mandaron en el cole hacer un poema de 24 versos, y yo entendí que eran 24 estrofas!!! Vamos, que esa tarde no me moví de casa y cuando lo entregué todos se rieron :(( Pero lo bueno fue que me lo publicaron en la revista del cole (¿o era del insti?). Mi madre orgullosísima, claro! jajaja
Teresa, si es que los refugiados somos unos blanditos ;-)
Espera, si yo no soy refugiá!
A ver si me aclaro con mis propias tonterías.
Isi, pues mira, si te la publicaron, no se reirían ya tanto!
Se ve que todos ocultábamos cosas en aquellas redacciones...
¡Ay loque cómo me has hecho reir! y venía yo a dejar mi comentario y al leer el señor de las moscas me he tronchado de la risa y se me olvidó lo que te iba a escribir.
Sólo por eso le perdonaré que nos ganó el primer lugar a todos los habituales (Isi que yo contaba contigo ¡Chihuahua!...tanto que madrugas y mira...¡nos ganaron!).
De este lado del mundo también se estilan esas horrendas redacciones al regreso de vacaciones.
Eso de la gente besuqueandole a uno la cara, puaff, yo siempre me la limpiaba después, con el consiguiente regaño.. en fin
Bibliobulímica, me alegro de que te hayas reído, "conmigo y sin mí".
O sea que ahí también se mandan esas bonitas redacciones?
EstoDeVivir, yo también detestaba esos besos, sobre todo cuando te dejaban esas marcas de pintalabios rojo-rojísimo...
Ah! que el comentario que he borrado era un spam de Carolus.
creo que en todo el globo terráqueo se dan esas redacciones.
Mis compañeros en la primaria iban de vacaciones veraniegas a Japón, Suecia, Alemania, España o EUA. Yo iba a Colima (Mexico) o Córdoba (México). Hasta que salí de la escuela supe que varios creían que iba yo a Argentina o España porque escuchaban que iba a Córdoba...¡que más hubiera querido yo! pero no...
Ahora repito por todo lados que soy propiedad de "la Tata" por si algún día voy a España. Espero que no lo olvide nunca, aunque creo que el acento me delatará...jajaja
Yo no hacía los libros de Santillana, los míos eran mucho peores: Rubio de caligrafía, para que al final uno pueda elegir la letra con la que escribe entre más de 100 variedades. "Mos a jodío".
Yo siempre viajaba en vacaciones, sierra, Barcelona, playa o al extranjero, y al final siempre sentía envidia de mis amigos que se quedaban el verano en mi pueblo (y soy de Écija) apedreando lagartijas. No se lo decía a mis padres porque sabía que no me iban a entender.
Hasta los 16 no pude estar un verano allí, y me encantó esa nueva experiencia.
Aquí os dejo un vínculo a mi blog, en donde hablo, no sin nostalgia, de temas de verano.
http://enriquismos.blogspot.com/2006_09_01_archive.html
SALUD
http://enriquismos.blogspot.com/
2006_09_01_archive.html
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¡Jajajaja! ¡Por fin paso por aquí! (Por aquí y por todos lados, ¡ay, que semanica más mala!). Bueno, el caso es que me ha encantado el enfoque que has dado a mi comentario. Por supuesto, no se trata de plagio, sino de creación constructiva a partir de una semillita de inspiración, "Made in Santilla", o como añade Enriquismos, "Cartilla Rubio", que de esas también hice unas pocas con poca fortuna (sigo teniéndo letra de médico y salario y horario de informático)...
En fin, que en cuanto a las vacaciones de verano, es cierto que no sé cómo conseguía aburrirme antes, y ahora no saco tiempo ni para eso, y que en los pueblos el "santo y seña" está claro: remontarte en tu árbol genealógico, eso sí, mediante los "gentilicios" propios del lugar: "la forastera", el de "el afeitamuertos" o de "platanito" (la forastera es tuya, los otros puramente de mi pueblo :)).
En fin, que vaya tiempos aquellos: ¡yo quiero aburrirme! ¡en mi trabajo lo haría, pero tampoco me dejan tiempo! :D
Un saludote.
Es verdad Loque: ¿por qué no tenemos tiempo ni para aburrirnos?? jope, y mira que yo madrugo, pero no hay manera!
Ale: sí, por el acento se te iba a notar.... :)
Ale, bueno en el pueblo del Sr. de las Moscas puedes decir que eres la nieta mejicana de la tal Tata, o las bisnieta... lo mismo colaba.
Al decir lo de que creían que ibas a España cuando ibas a Guadalajara, me has recordado a una pareja muy maja que conocí en una casa rural en Valladolid.
Estos viajaban todos los años a países exóticos, y ese verano decidieron "conocer la provincia" como dijo una vez Julio Iglesias.
Pues decían que cuando se lo comentaban a la gente
- Este año vamos a Valladolid
- Ah! ¿Hay algún Valladolid en América?
Enriquismos, todavía mi sobrino hace los cuadernos Rubio, pero claro, ahora se han modernizado, y no tiene que escribir 100 veces lo mismo, como Bart Simpson.
Entraré en la entrada de tu blog, no lo dudes. Por cierto, a ver si me acuerdo y pongo un enlace a tu blog, además así es como si enlazara a Inma, que tantísimas veces ha comentado!
.-·~иєєяα~·-: Gracias por tu visita, en un vistazo ultra-rápido a tu blog, veo que eres una jovencísima escritora.
Homo Libris, gracias por tu generoso préstamo. Qué pena que no supiera lo del afetiamuertos, porque es buenísimo. Lo de la forastera reconozco que es muy flojo, y es que no se me ocurría nada mejor.
Ah! Una tía mía tenía un coche amarillo y lo llamaba... platanito.
Isi, te agradezco que comentes tan de buena mañana!! Y aún con tanto madrugar, es verdad ¡no da tiempo a nada!
besos y gracias para todos
Los veranos de infancia. Los pasé en Andujar (Jaén) de donde era mi padre -ibamos a bañarnos a un pantano. En Luanco; en Avilés incluso en Santa María del Páramo.
Luego, nos instalamos en el concejo de Cudillero hasta el punto de que mis padres se hicieron una casa en O. Con el tiempo y la relación con los "lugareños" hemos obtenido el estatuto de veraneante, que tiene un poco más de categoría que el de "refugia".
Una cosa que me hace gracia de los pueblos es la forma en que te sonsacan toda la filiación familiar. Un día le comentaba mi hermana a su hija que tenía que aprender a dar información suficiente pero trivial, para aplacar el ansia de saber (es el tributo que hay que pagar por veranear en un pueblo)
También conocí los Cuadernos Rubio y los dictados y redacciones. ¿Eso nos define como generación?
Lammermoor: Tus veranos molaban unas 1.500 veces más que los míos ¡Menudas redacciones debías hacer! :-)
Mi hermana fue un año a Cudillero y vino enamorada del sitio.
Y hablando de hermanas, la tuya aconseja bien a su hija, pero no es fácil decir algo (para tenerles contentos), pero sin desvelar demasiado... uf! complicadillo
no sólo complicado ¡es todo un arte! el tema da hasta para una entrada
Quien sabe si el acento me delatara...una vez me fui a vacacionar a Argentina y a la semana ya hablaba como ellos (el acento cuando menos, no con las palabras locales)...no era a propósito, soy muy auditiva y se me pegan los acentos...porque eso de ser refugia no me llama nadita.
Loque: Ya iba a empezar a contarte como en unas vacaciones playeras, mis hermanos y algún que otro primo atraparon unas ranas y las electrocutaban, para luego enseñar con orgullo las poses que adquirían, parecían que oraban o rezaban, en fin...
De pronto me doy cuenta que nos has puesto a todos a HACER LA COMPOSICIÓN DE LAS VACACIONES!!!!
Yo ahora casi mato por una tarde libre para dedicarla a mis aficiones. No suelo aburrirme mucho, la verdad. Ahora encuentro cosas que hacer. Es verdad que de pequeña el verano se me hacíaaaa laaaaaaaargooooooooooo... Voy a tener unas vacaciones cortas, pero las tardes, las tengo que pillar y aprovechar, ¡como sea! Saluditos.
Bibliobulímica, a lo mejor eso debería ser una asignatura optativa: hablar con un cotilla sin terminar contándole tu vida en verso.
MiLibrería, ahora solo puedo pensar ¡pobres ranas!
Pat, yo lo de aprovechar las vacaciones para hacer 200 cosas, que luego no hago, me lo propongo un año sí, y otro también, es como una tradición, casi.
Ja,ja,ja...venga no me creo que hayas estado tentada de hacer más librejos de Santillana...ja,ja,ja...
muy bueno.
Saludos.
Arwen
Arwen: Vale, me has pillado, no recuerdo haber tenido tentaciones de ponerme hacer el Vacaciones Santillana en una calurosa tarde de Agosto, la verdad.
Y ya te digo, que tuve esa tentación, creo que me supe resistir perfectamente.
Gracias por la visita y por el comentario.
El post de las vacaciones es genial, el primero que leí tuyo fué el de antes de las vacaciones, con este me he partido de risa, es fantástico lo bien que sabes expresarte con humor....que es dificil, yo tambien voy a ahorrar mucho leyéndote, aunque casi siempre leo varios a la vez porque no puedo dedicaros todo el tiempo que desearía, y eso que para mí el trabajo no solo es un aburrimiento que me permite concederme esos pequeños lujos como vacaciones, cervezas etc...es tambien una prostitución diaria, cada día me pongo en carretera por dinero. Un abrazo y sigue regalándonos humor...que lo necesitamos
Isabel, muchas gracias por tu comentario, y gracias por sacar tiempo para entrar en mi blog.
Espero que te sirva de terapia, y te haga más llevadero que vayas "apatrullando la ciudad" (o la carretera, ahora que lo pienso)
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