martes, 7 de agosto de 2012

Diga AAA

Una de las cosas buenas que tienen las vacaciones es que,  para empezar son vacaciones, e incluso esos días que no vas a ninguna parte, por fin descansas y puedes disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

Esos que la gente que tiene muchísimo dinero dice que son los mejores de la vida y que podemos disfrutar todos, mientros ellos, pobres, se tienen que conformar disfrutando de sus mansiones y piscinas climatizadas.

Por ejemplo, puedes levantarte tranquilamente a las diez de la mañana, y tranquilamente utilizar sin prisas al baño, y en vez de ducharte en cinco minutos para después secarte el pelo, a la vez que te lavas los dientes, poder darte una larga y relajante ducha mientras escuchas:

- Abre la boca, a.

¿Qué? ¿Cómo ha venido mi médico hasta mi casa a examinarme la garganta? Con el palito ese grimoso que te mete en la garganta, qué asquín. Ah, no son mis vecinos, que en estas casas, ya se sabe, se oye todo.

Se ve que ellos también están de vacaciones, que entrañable escena: El papá pasa sus días libres ocupándose de su hijo.

Continuo duchándome

- Abre la boca, a.

Debe ser que le está lavando los dientes. Parece que no, pero estas cosas refuerzan los vínculos padre-hijo. Como que te enseñen a montar en bici, o pescar. Se ve mucho en los anuncios de seguros.  Me lavo el pelo.

- Abre la boca, a.

Parece que le cuesta estrechar los vínculos. Me echo el suavizante.

- Abre la boca, a.

Hijo mío ¿No has pensado probar con otra vocal? Decido utilizar por fin la mascarilla esa para el pelo que me dieron de muestra, hace por lo menos tres meses

- Abre la boca, a.

¿Dónde habré oído esto antes?

- Abre la boca, a.

Quizá podrían estrechar vínculos más bajito. Casi dejo lo de la mascarilla esa para otro día.

- Abre la boca, a.

Otro verano, incluso.

- Abre la boca, a.

Porque estas cosas no caducan.

- Abre la boca, a.

Como los potitos ¿no?

- Abre la boca, a.

Si admites sugerencias, la "e" es una letra que mola mucho más. Me termino de aclarar y salgo de la ducha.

- Abre la boca, a.

Me voy al dormitorio, me visto con calma, vuelvo al baño y escucho:

- Abre la boca, a.

Menudo golpe de efecto, esto sí que no me lo esperaba.

Bueno, me voy a secar el pelo. Cuando apago el secador oigo:

- ¡Que abras la boca, moño!

No, no me voy a hacer un moño, mejor lo llevo suelto. Algunas palabras, a pesar del volumen, no las escucho muy bien pero las adapto teniendo en cuenta que el niño tiene unos dos años y medio.

- ¡Que abras la boca, moño!

Oiga de verdad, si no me da el pelo para un moño, si lo llevo corto. Muy fresquito.

- Buaaa.

Para el verano ¿sabe?

- ¡Abre la boca, moño!

- BUUUUAAAAAA

Yo diría que la boca el niño, la está abriendo por lo que grita, o eso, o es ventrílocuo. Mientras, intento delante del espejo, confiándome en un potingue misterioso, que mi pelo tenga el aspecto que yo quiero y él, no.

- Abre la boca
- BUUUUAAAAAAAAAAAA

Hombre, qué quieres que te diga, tanto insistir en la A, ya sabía yo que iba a acabar así. Que mira, que yo creo que el pelo, así como ha quedado, está muy bien.

- BUAAAAAAAAAAAAA

- ¡CÁLLATE!

En qué quedamos hijo, abre la boca, o la cierra.

- BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

- ¡QUE TE CALLES, COSER!

Di que sí, que es muy importante que los niños aprendan a coser desde pequeñitos, que luego acaban como yo, que no me coser ni un bajo de los vaqueros.

- BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

- ¡QUE TE CALLES, COSER!

Y luego fíjate, parece que no, pero te gastas un dinero en llevar la ropa a que te cojan el bajo.

- BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

- ¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE!

Y luego a veces, no te dejan la ropa como tú quieres, y te quedan los pantalones rabicortos, que tengo yo unos de pana marrones que. Ah, que ya no estamos cosiendo. Bueno, pues me voy.

Me preparo el desayuno, que me tomo sin prisas, y vuelvo al lavabo a lavarme los dientes, para escuchar: ¡Oh, milagro! La paz, el sosiego, no se oye nada, qué relax.

Hasta que de repente ¿Qué escuchan mis oiditos?

- QUE ABRAS LA BOCA
- BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA



Y de fondo, algo nuevo:
- El chatarrero oiga, el chatarrero, en la puerta de su casa.

Desde luego, como en casa de uno, no se está en ninguna parte ¿Eh?



NOTA QUE NO TIENE NADA QUE VER: Aprovechando que renovaba un poquito el diseño de esta santa casa (oh, qué bonito ha quedado), vamos a aumentar el plazo para votar en las encuestas sobre Edwina. 

Os exhorto para que sigáis votando, especialmente opciones que plazcan a la autora,  sobre todo porque había pensado que quizá pudiera ir llamando por las puertas de la gente diciendo "Edíteme usté este libro, que mucha gente me ha dicho que lo va a comprar".

Pero si les digo que lo que tengo son 30 que dicen que sí, y 14 personas diciendo que no se comprarían ni por menos de un euro, no me edita ni me abuela (q.e.p.d)


31 comentarios:

Doctora dijo...

Muy bueno XD
Tienes suerte, tu baño colinda con la cocina de tus vecinos (imagino que le estaba dando de comer al niño), porque mi baño está junto al baño de los míos y es muy desagradable a veces. Aunque bien pensado, si el baño de tus vecinos tiene que estar junto a alguna habitación de tu casa mejor que también sea el baño.
Los niños ventrílocuos ya no tienen futuro, los ventrílocuos en general, mejor es saber coser :)

loquemeahorro dijo...

Doctora Muchas gracias.

En realidad es el piso de arriba, y es el baño, porque creo que intenta lavarle los dientes. O ahogarle con la boca abierta, no sabría decirte.

Sí, sé que hay cosas peores, pero no suelo utilizar la palabra "suerte", cuando me refiero a mis vecinos (dicho después de una noche sin dormir gracias a ellos)

Ángeles dijo...

Qué verdadero, Loque, no hay nada como la convivencia vecinal. Yo con frecuencia oigo a mi vecina de abajo decirle al niño cosas como:

Abájate de ahí!
Suerta esoooooo!
To los días lo mismo!

Y efectivamente, to los días lo mismo.

loquemeahorro dijo...

Ángeles
Ya lo decía Martirio:

"Tolos días lo mi'mo, qué fatigaaa"

Uno dijo...

Me has recordado los monólogos histéricos de una vecina mía con Rubén: ¡Me vas a mataaaar!¡Rubén por dios te lo pido! Y digo monólogos porque Rubén no se pronunciaba. Un día en la piscina comunitaria volví a oir su voz: ¡Rubeeen! Y ahí conocí a ese canalla. Era un enano que no tendría ni 3 años.
Donde vivo ahora el Rubén de turno es un poquito mas mayor y su madre no grita pero le monta una fiesta infantil cada dos por tres. Para mi que le va a salir DJ.
Bienvenida a casa.

Jane Jubilada dijo...

Oye, Loque, no te quejes, que por lo menos los vecinos son bien hablados, con ese "moño" y ese "coser". Yo no tengo vecinos, pero por aquí cerca pasa el coche del Ayuntamiento diciéndonos a todos el "Ha fallecido fulanito de tal, a los 87 años de edad,... " y entonces mi perro se echa a llorar un rato. Estas cosas nos las manda el Señor para probarnos.

Lectora dijo...

jajaja! tú es que te lo pasas bomba donde sea.

Isabel Hernandez dijo...

Si, es encomiable el esfuerzo que hacen los constructores para que prevalezca la comunicación vecinal y te enteres de la vida y milagros de tus vecinos.
Gracias a este afán por hacer los tabiques de las casas finos como papel de fumar, conozco perfectamente la vida y costumbres sexuales de mi vecinos, con lo que la comunicación vecinal adquiere obviamente otra dimensión. Hay mañanas que cuando me cruzo con él, no sé si darle los buenos días o felicitarlo por lo bien que "estuvo" la noche anterior.

loquemeahorro dijo...

Uno Pobre Rubén, lleva dos minutos en este mundo y ya tiene la culpa de matar a su madre.

Le va a salir DJ, qué bueno.

Muchas gracias.

Jane Jubilada Qué solidario tu perro, le veo muy implicado con el pueblo.

Sí, tienes razón, todo es para probarnos, pero ¿no podemos acabar ya con este test?


Sonja Bomba, bomba... lo que se dice bomba. Sí, alguna vez he pensado en ponerles una, tienes razón.


Isabel Hernández Encomiable, tú lo has dicho. Yo no sé, de verdad, cómo puede haber gente que diga "A mí es que me da miedo quedarme sola en casa".

Pero ¡qué sola! Lo que daría yo por estar sola en mi casa, y no oyendo a esta tropa de filibusteros (homenaje al capitán Hadock)

Susana dijo...

Uf, vecinos. No me hables. Yo tengo uno en guerra permanente con sus tres hijas. Voy a tener que subir a enseñarle eso de Moño y Coser para que mejore su lenguaje...:) Un beso.

loquemeahorro dijo...

Susana Eso, eso, que eneseña a coser a los hijos, que parece que no, pero es muy útil.

¡Supernanny, asístenos a todos!

Gu1ta dijo...

(pensando... mierd...¡muérdago! ¿será Loque mi vecina?)
Ok, me queda claro que vivo al otro lado del mundo y que no soy yo la que grita para lavar ESOS dientes (por los otros sí he gritado) he de decir en defensa de las madres histéricas que sí, que un crío con 2 años es capaz de matarte, sobretodo si tú vas con tacos 9 caminando como pricesa Diana creéndote sexy y poderosa al lado de tu hermosísimo retoño y de pronoto al hijo del diablo se le ocurre correr como el viento y cruzar la calle sin que tú lo logres alcanzar. 100 metros más adelante, despeinada, descalza y despintadas, angustiada a morir, preguntándote cómo mierd... ¡muérdago! se te soltó si lo llevabas bien agarradito de la mano, un poco inclinada por los super tacos que te pusiste, pero de la mano... como que sientes que ese crío, a sus dos años sí que te puede matar... pregúntale a mis vecinos...

loquemeahorro dijo...

Gu1ta No te quites méritos, estoy convencida de que no te pareces en nada al cafre de mi vecino.

Una cosa es que alguna vez le pegues un grito a tu hijo, sobre todo si crees que le va a atropellar un camión.

Y otra, que por sistema cada vez que le laves los diente, le grites siete veces seguidas "moño" y "coser".

Ni siquiera muérdago.

El niño desgraciaíto dijo...

Muy divertido. En la casa en la que estamos ahora en Portugal se oye a los vecinos mear perfectamente. Así que supongo que ellos también nos oirán a nosotros...

¿Intimidad? ¿Qué es eso?

loquemeahorro dijo...

El niño desgraciaito Gracias, joven.

Pues sí, es triste, pero os oirán perfectamente.

Qué bonito sería tener paredes y techos de verdad, en vez de estos del Lego ¿verdad?

Alice Silver dijo...

¿Moño? ¿Coser? Qué finos, ¿no? Verduleros, pero finos.

Víctor dijo...

El nuevo diseño del blog es demasiado ..... blanco; Me gustaba mucho más el anterior.

PD: Primero escribe y después preocúpate de la publicación, que no puedes vender la piel del oso antes de criarlo en cautividad y dejar que el Rey lo cace.

loquemeahorro dijo...

Alice Silver Es posible, solo posible que lo que digan no sea ni moño, ni coser. Digo yo.

Víctor Tejada Me alegro de que te guste el blanco.

exseminarista ye-ye dijo...

Vaya, si has cambiado la plantilla :-)

Venga, salud y saludos y a pasarlo bien y tal.

mientrasleo dijo...

Ostras lo que me he reído... y cómo me suena esa conversación frente a un niño y un plato de guisantes!!!
El hijo de una vecina con dos años decía cáscaras cuando se enfadaba, pero el mejor caso de palabras cambiadas de verdad es el del hijo de unos amigos que dice plátano cada vez que se hace daño, y con bastante mala leche
Besos

Esti dijo...

Ese padre al que su hijo le puede debería ver "Supernanny". Se aprende un montón: hay madres que definen a sus hijos como "unos gremlins", que hay criaturas de dos años que a patadas abollan puertas de frigoríficos y que hay abuelas agobiadísimas por la falta de apetito de sus nietas de 3 año porque no se comen un plato sopero de alubias...

JuanRa Diablo dijo...

Sí, esto va a ser que las vacaciones para pobres incluyen en el lote a un niño que no se sabe la A y a un padre que R que R, quiere que la aprenda.

Solución: Hazte rica y compra chalets sin vecinos.

Un saludo.

PD. La nueva plantilla es de una belleza incontestable, ¿eh?

loquemeahorro dijo...

Ex seminarista ye-ye Pues sí, cambiada est.

MientrasLeo Me alegro mucho, de verdad, pensaba que no le había gustado a nadie. ¡Plátano! como expresión de gran enfado, me encanta.

LaEsti Tenía un borrador en el que pedía que por favor, viniera Supernanny, o Superman, o quién fuera, y al final venía ¡El chatarrero oiga!

Yo vi a una madre y una abuela que le daban a una niña muy pequeñita, una cantidad de comida que podían haber acabado con el hambre en el mundo, y estaban convencidísimas de que si no se comía eso, iba a morir desnutrida.

JuanRa Diablo Gran verdad, la felicidad está en no tener vecinos. O que sean mudos y sordos, en todo caso.

Incontestable, vive Dios.

Anónimo dijo...

¡ahh que risa! es que cuando los hijos están enfermos, uno se pone de lo más necio (de ahí a insistir en la aaaaaaa). Debe ser el estres...y que no es el primer hijo. Porque con el primero uno corre a que lo vea el médico. Con los que siguen uno -malamente- el padre receta sin ser médico ("al fin que es lo mismo que tenía fulanito a tal edad"). Si te digo que somos unos monstruos los padres...

Anónimo dijo...

y de los vecinos, pues tengo suerte con los míos. Ahora el que me queda a la izquierda no está...y se nota porque sus hijos realizan fiestones de miedo (ya mis hijos quieren salirse sin permiso a participar en la francachela) pero fuera de eso, son bastantes civilizados. Y no los escucho a menos que quieran matarse (que tampoco es muy seguido, dos veces al año si acaso). Son muy apasionados y las peleas son épicas. Pero sirven de entretenimiento (¿no te he dicho que no prendemos la tele en esta casa???
¡bienvenida a el mundo post-vacacional!

loquemeahorro dijo...

Bibliobulímica Estos niños no están enfermos. De sus padres no diría lo mismo, la verdad.

Unos buenos vecinos son una bendición como otra cualquiera, y si solo se matan 2 veces al año...

Blackmount dijo...

Creo que lo que estaba haciendo la vecina era aplicarle al niño la tortura del agua esa que le aplican a los presos en Guantánamo. Me recuerda esas veces cuando la madre de uno desafía las reglas de la lógica y la física y le dice: "ya cierra la boca y come", o "cállate y contéstame"

La Machaca dijo...

Hola!! a mi que vacaciones ni que nada ahora si puro trabajo. Pero yo tenia unos vecinos cuyo niño practicaba los 100 metros planos por 14 horas al dia y se oian sus pisadas por todo el techo de mi departamento, y como eran los caseros...solo hasta que me mudé de ahí les refresqué la m...adre (como decimos en mi país)

Natalia D. dijo...

¡Vaya por Dios! Me despisto unos días (por obligaciones ineludibles) y ¡zas, me encuentro el blog redecorado! Pues no digo que no esté mejor, que seguro que lo estará, pero que tengas en cuenta que yo me despisto en y con cualquier cosa.
¿No te has planteado llamar al “Defensor del menor”? También sería bueno que hubiera un “Defensor del vecino”. Aunque en realidad, tal y como funcionan aquí las cosas, serían más sueldos espléndidos a cargo de los contribuyentes para nada.

Unknown dijo...

ese estilo cacofónico de tu relato vacacional le da un aire a lo cuarto milenio de Iker Jimenez
que me encanta, por cierto (el relato)

Me ha hecho pensar en las más que probables cacofonías de mi propia casa:
Eric!, baja a comer
ya voy
Eric, ¿no bajas?
ya voy
por cuantagésima vez, ¿vas a bajar a cenar?
que ya voy...

Sin entrar en detalles del diseño del blog, veo que dejas atrás el verde y inicias tu etapa azul. A mí me gusta el azul. Y a Picasso le fue muy bien esa etapa. A zu lado tú eres mucho más divertida y optimista. Y mejor comercial
(si: compraría una de esas copias de Edwina)

loquemeahorro dijo...

Blackmount ¡Cállate y contéstame! Es muy bueno. A mí me gusta la gente que le pega un grito horrible al niño y le dice "No griteeeeees".

La Machaca Sospecho que esta historia va a acabar igual: Yo me mudaré, y les refrescaré a su señora madre, por muchos más motivos que los aquí expuestos.

Por cierto ¡Bienvenida!

Natalia D Te juro que con esta gente me planteo llamar a cualquier: El defensor del menor, supernanny, el chatarrero-oiga....

Sro Me alegra tu vuelta a esta tu casa. La mía... la de verdad... es un infierno, estoy por irme a cenar con Eric (que por cierto, debe estar bastante desnutrido).

Harás muy bien en comprar 10 ó 12 ejemplares (por lo menos)