miércoles, 11 de diciembre de 2013

El paradigma perro

Centro de Salud de mi barrio. 11:15 de un lunes.

Una mujer increíblemente atractiva, a pesar de sus repetidas toses y de llevar un kleenex pegado a la nariz, hace cola en la ventanilla de administración:

- Cof, cof. Hola, vengo a cambiar la dirección de mi tarjeta Sanitaria.
- ¿Cuál es tu dirección?
- Tres Peces, 27. Tome, este es el papelito que el ayuntamiento ha tardado dos meses en mandarme después de cambiar la dirección por correo, cosa que no recomiendo a nadie, a pesar de lo ágil que es.

La mujer de la ventanilla, la mira con asco y le devuelve el papel con cara de profundo desprecio.
- A mí esto no me vale
- Pues es lo que me ha mandado el ayuntamiento.

La proba empleada sube la voz, porque todo el mundo sabe que si alguien no entiende algo a la primera, lo mejor es repetírselo exactamente igual, pero muy algo. Como cuando un extranjero que no habla nuestro idioma, nos pregunta una dirección "A LA DERECHA, DERECHA"

- A MÍ ESTO NO ME VALE

La bella enferma recapacita y adopta una maniobra diferente
- Vale, pues entonces quiero que me asignen médico en este centro al haber libre elección de médico en la Comunidad de Madrid

Hubiera sido una jugada maestra, si la ínclita se hubiera enterado de algo
- Pero ¿cuál es tu dirección?
- Tres Peces
- Pues no te puedo cambiar la dirección, porque no me vale este papel
- Vale, ol-vi-da-te de la di-rec-ción, quiero cambiar de médico por la libre elección de...
- Pero ¿cuál es tu dirección?
Nota para los residentes de la Comunidad de Madrid, si queréis pasar la tarde, id a cualquier centro de salud y decir que os queréis cambiar por la Libre Elección Sanitaria. Días de diversión en el centro de salud Pin y Pon.

"¡Oh, no!" pensó la bella enferma!! Hemos caído en bucle infinito, al que (por mis narices congesionadas) voy a llamar "El paradigma perro"

¿De cuánto acá ese nombre? Pues resulta que esta mujer de incontestable constipado tuvo una vez una compañera de piso americana que le contó que tenía un amigo que le conté a ella que ...(qué lío me estoy haciendo con la tercera persona, leñe)

Bueno, pues érase que se era un mozo de los Estados Unidos de América, que era ciego y que un día quiso comprar un billete de tren para ir a visitar a sus padres a Springsfall, Alabama (esto último es posible que no sea exacto).

En fin, que estaba el hombre delante de la típica ventanilla y va y dice....

- Hello ... bueno, hablemos en castellano en honor a nuestros lectores hispanohablantes, señora de la taquilla, pero incluyendo algunas palabras en inglés para que se note que somos norteamericanos. Hola, quisiera un billete para Littletown y ahí coger el tren para Springsfalls, Alabama, USA.

- Usted es ciego ¿no?

- Y usted un lince (lynx) señora ¿me da el billete?

- Son 14 dólares pero ¿tienes el carnet que te da derecho a descuentos varios por ser ciego?

- No, porque no me da la gana, pero gracias por preguntar. Tome, le doy estos bonitos 14 dólares ¿me da el billete?

- Ya, pero si eres ciego te tengo que hacer el descuento y serían 12 dólares.

- Pues vale, muy bien. Coja los 12 pavos (yo es que conozco muy bien la cultura local) ¿me da el billete?

- Pero si no tienes el carnet, no te puedo hacer el descuento.

(suspiro profundo del muchacho)
- A ver, buena mujer de escasas luces, si no quiere no me haga el descuento, pero deme el billete, por su tía Dona Mae.

- Pero es que te tengo que hacer el descuento (discount) porque eres ciego.

- Y usted tonta, si a eso vamos, pero venga hágame el descuento si le da la gana.

- Pero no puedo, porque no tienes el carnet.

- Sob, que es como lloramos los angloparlantes... Pues no me lo haga.

Este bucle podría haber continuado hasta el infinito. Pero la despierta empleada tuvo una idea brillante, bueno... brillante, brillante... tuvo una idea la buena mujer. La primera que tenía desde que la gente se preguntaba quién disparó a JR y ella se dio cuenta de que seguro que era alguien que le tenía manía.

- Si eres ciego, tendrás un bastón ¡Enséñame el bastón!

- No le voy a contestar lo que le enseñaría en estos momentos porque en este blog no se incluye lenguaje procaz. Pero vamos, que bastón (walking stick) no llevo, porque me ayuda un perro guía.

- Pues enséñame el perro guía.

Y lo que el chico (boy) le contó a mi antigua compañera de piso (la de los calzoncillos) es que aquello acabó cuando se imaginó a sí mismo cargando a un labrador de 35 kg en brazos, a la altura de la ventanilla.

Que ¿cómo acabó? Pues no lo sé, pero sospecho que perdió el tren, le pegó un grito o se fue a la estación de autobuses.

Aunque personalmente, me gusta imaginarme que el perro atacó a la ínclita ferozmente provocándole lesiones de por vida.

Yo soy así, me pierden los finales felices.

32 comentarios:

Uno dijo...

Lo del ciego es el perro que se muerde la cola que es como lo dicen en Alabama al no comer pescadilla.

En cuanto a esa señora del centro de salud, increiblemente bella, creo que el kleenex no la dejó ver que la funcionaria era Encarna, una señora de Mostoles famosa por sus empanadillas mentales.
Espero que la bella enferma atinara a enchufarle el catarro a través de la ventanilla.

Un abrazote.


Unknown dijo...

¡Qué buen jueves voy a pasar gracias a tu entrada! Me encantan estas situaciones absurdas pero tan reales. A lo del perro no he llegado pero a verme inmersa en la ineptitud de algún burócrata de pocas luces por desgracia demasiadas veces. Aunque claro cuando se pasa en vivo y en directo no parece tan gracioso. Espero que esta entrada tuya me sirva para tomármelo con más filosofía la próxima vez.
Un saludo.

Unknown dijo...

Pues fíjate que justo esta mañana me preguntaba, qué será de la vida de "Lo que me ahorro en psicoanálisis", así que muhas gracias por sorprenderme con tan "hilarious" (para seguir en el English mood) post.

Aquí voy a decir una barbaridad, de esas que si mis profesores de universidad me leyeran, me quitan el título de Lic. en Letras Universales (esto no es broma, es lo que estudié de jovenzuela)... la barbaridad: Si el señor F. Kafka viviera y llevara un blog tendría uno parecido al tuyo.
Es que tus posts de trámites burocráticos me encantan... es lo tuyo, hasta podrías escribir un gran libro de relatos si te animas.

Saludos amistosos desde la muy fría Budapest

Susana dijo...

Siento decirte que es inútil. Nunca conseguirás cambiarte de médico ni aunque escribas a su majestad.:) Un beso.

loquemeahorro dijo...

Uno: Efectivamente, la funcionaria (vale, no creo que fuera funcionaria, la verdad) que se muerde la cola, o que muerde una empanadilla mental que se hace cuando alguien le menciona lo de la libre elección.

Mariuca: Gracias, gracias. Sí, estas situaciones son un clásico y por lo que se ve, aquí y en cualquier otro lugar del mundo, tristemente.

La próxima vez que te pasa puedes pensar "Por lo menos no me pide que le enseñe el perro".

Madre Exilio: Thank you. Gracias por lo de Kafka y diles a tus profesores que no sean tan duros, mujer ...

Oye, Letras Universales, no veas si mola.

Lo dicho, que muchas gracias.

Susana: Veo que tú también lo has sufrido en tus carnes. Y tienes razón, ni una petición con 10.000 firmas puede conseguir tamaño milagro.

Argax dijo...

Esas mañanitas administrativas que te dejan la sensación de que el tiempo es un invento chungo del burócrata en la sombra.

Respecto a lo del perrete, yo creo que no sólo la atacó sino que se la llevó en la boca como demostración práctica de que las cosas son más sencillas de lo que parecen.

loquemeahorro dijo...

Argax: Sí, es verdad, estas son las mañanitas que cantaba el rey David porque en su reinado fue cuando empezó a haber una administración con libre elección de médico. Y ya entonces, no se entendía.

Je, je, je, el perro devorando a esa imbécil... ay, qué sonrisa se me ha puesto en la cara.

Isabel Hernandez dijo...

Digo yo,¿no será una nueva estrategia de la administración para ahorrar?

Mientras te desesperas hablando del color de las nubes con el funcionario de turno puede suceder que:
1º- Se te olvide que estabas enferma y para que necesitabas médico,o bien que te cures por tí misma. Por lo cual, lo mismo es que no estás tan enferma y lo único que quieres es dilapidar alegremente el dinero de todos.

2º- En el caso de no haya dado resultado y sigas enferma e insistiendo que quieres que te asignen un médico o un nuevo centro de salud, ya se encargará el funcionario de que los trámites sean increíblemente complicados.

3º- Si consigues pasar la criba de los dos puntos anteriores, estas todavía viva y sigues insistiendo en que, por el amor de Dios que te asignen un médico de una vez por todas, en tal caso, puede que sí que estés enferma realmente y necesites un médico de verdad, por lo que pasarían a tramitar amablemente nuestra petición.

En el fondo lo hacen solo por nuestro bien, para que no malgastemos tonta e innecesariamente el dinero de los contribuyentes. Solo velan por nosotros que somos muy manirrotos y gastamos alegremente. ;-)

Doctora dijo...

Siempre he pensado que tengo mala suerte con la sanidad, porque es raro que con lo poco que he ido al médico en mi vida siempre me hayan tocado gilipollas en todas partes, enfermeros gilipollas, cirujanos gilipollas, fisioterapeutas gilipollas... pero leyendo experiencias de otras personas he llegado a la conclusión de que en sanidad trabajan un elevado números de gilipollas, no es cosa mía.

Hace poco viví un bucle similar. Soy socia de la fnac, así que por cada compra se me acumula el descuento en la tarjeta, pero sólo puedes usar lo acumulado cuando llegas a acumular 5 euros. Yo pensaba que ya los tenía, pero no, sólo tenía 4,70 y no podía usarlos, así que no podía comprar lo que quería. En resumen, para usar el dinero acumulado tenía que hacer una compra más y llegar a los 5 euros, pero para hacer esa compra tenía que usar el descuento porque no llevaba suficiente dinero. Es un lío, pero vamos, que no lo pude comprar.

loquemeahorro dijo...

Isabel Hernández Es una buena teoría que sigue la línea del darwinismo: solo consiguen acceder a la sanidad los más preparados.

Que o bien son los más enfermos (porque están más desesperados), o los más sanos (que pueden golpear a los de administración) o simplemente, los que no se dejan llevar por el desaliento.

Yo creo que son los que pueden aguantar más tiempo de pie.


Doctora Yo lo de la FNAC lo he entendido a la primera, pero sospecho que si se lo hubieras contado al de la caja, hubieras caído en un bucle infinito y que hubiera terminado pidiéndote que le enseñaras el perro.

Mónica-serendipia dijo...

jajajajaja!!! Ay, ya me acuerdo de tu compi la de los calzoncillos. Qué grande.
Me encanta el paradigma perro, es el colmo del absurdo, el bucle del colmo, vamos. Como lectora hispanoparlante me he partido de risa (laughter) con esta anécdota. Qué buena.
¿Y la bella enferma tosedora consiguió al fin cambiarse de médico o ha tenido que trasladarse a otra comunidad autónoma?

loquemeahorro dijo...

Mónica serendipia: Gracias moza, tú sí que tienes buen gusto.

La bella enferma consiguió que le asignaran de médico pero quiere cambiarse a otro que le han recomendado.

Qué Dios reparta suerte.

Elena Rius dijo...

Me ha encantado la historia del paradigma perro. Creo que me ayudará mucho a enfrentarme a esas situaciones burocráticas imposibles (estoy en medio de una con la SS que aún no sé si algún día lograré desentrañar). Cuando esté a punto de ponerme a llorar de desespero pensaré "al menos, no he de enseñarle el perro".
Por cierto, a la bella enferma que ni se le ocurra cambiarse a Cataluña: aún sería mucho peor.

loquemeahorro dijo...

Elena Rius: Ay, Elena, que la fuerza te acompañe, porque si algo (supuestamente) facilón como esto, es la caña...

Eso, mucho ánimo y tú piensa que peor sería lo del perro. Bueno, tú llévate uno pequeño que sea fácil de llevar en brazos, por si acaso.

Blackmount dijo...

eso es lo que te hace falta, conseguir un perro lazarillo de gran alzada, preferiblemente un gran danes o un pitbull de pelea o algo asi y llevarlo a todas tus citas medicas para que se meriende a todos los funcionarios gilipollas que no saben apreciar la belleza incontestable

mientrasleo dijo...

Y mi comentario? si lo digo más veces sale? eh? eh?eh?

El niño desgraciaíto dijo...

Ah, la burocracia! Siempre pensando en como alegrar nuestras vidas!

Sin una buena mala burocracia se perderían muchas historias que no llegarían a suceder (como este post). Y eso sería terrible.

Dicho esto, yo tengo actualmente un idilio con la burocracia porque me han anulado una multa (increíble, ¿verdad?). Claro, que me la habían puesto por aparcar en una ciudad en la que no había estado nunca, pero eso son detalles sin importancia...

loquemeahorro dijo...

Blackmount: Eso, eso (dijo ella con un brillo de locura en la mirada).


Mientrasleo Do está?? Yo quiero leer tu comentario. Por cierto, a mí últimamente se me pierden muchos en el hiperespacio.
Creo que hay una conjura en nuestra contra!!


El niño desgraciaíto: Sí, la obra de Larra hubiera quedado muy tocada, y eso es una pena.

Bueno hombre, no haber estado es casi lo de menos ¿?

Mazcota dijo...

Siempre me han resultado fascinantes esos duelos a muerte por ver quien se baja antes del burro. Y suelen ganar los funcionarios, por supuesto. Tienen más práctica que nosotros y dominan las escenas absurdas como nadie.
Piensa que, intentar encontrar salida donde no la hay, puede desmoronar el sistema. Y no querrás colapsar Matrix, ¿verdad?

loquemeahorro dijo...

Mazcota: Toma y si realmente cuando nos preguntan lo mismo, una y otra vez, no es más que un pequeño salto de Mátrix. O que hay un bucle por ahí oculte, una llamada recursiva o algo....

Ummm, eso sería la mejor explicación, está clarísimo.

Esti dijo...

Cómo se lo pasaría Kafka en la Seguridad Social...
Yo últimamente en vez de bucles funcionariales tengo cabreos monumentales. Y una cosa os digo: cabrearse con un funcionario de correos no tiene sentido alguno. Ellos siempre ganan. Te miran con cara de poker, dejan que te ahogues en tu propio cabreo y te vayas. Y tú te irás con tu cabreo a otra parte y, lo que es mejor, ¡sin haber pedido la hoja de reclamaciones!

loquemeahorro dijo...

LaEsti: ¿Un problema en Correos? ¿Qué dices loca?? Eso nunca se ha visto? Y ahora me dirás que hiciste cola!!

pd. Creo que en Correos ya no quedan funcionarios ¿no es privado ahora?

Ángeles dijo...

Ay, Loque, que no te diste cuenta. La buena mujer (the good woman)del centro de salud te repetía lo mismo porque, con tu congestión nasal, cuando le decías tu dirección ella entendía "Tres beces", y claro, pues te lo repetía, qué iba a hacer, si su deber es servir al ciudadano.

Y el caso del muchacho de Alabama me deja pensando que lo de la globalización funciona, por lo menos en lo que a la tontuna respecta.

Espero que ya estés mejorcita de tu incontestable resfriado.

Charly Hell dijo...

Jajajajaja, yo también esperaba que el señor ciego, harto ya, dijera: ATACA SATÁN!!! Y el perro que disimulaba muy bien como perro guía, sacara su lado salvaje y se tirara al cuello de la taquillera. ¿Cómo se demuestra que no sabes o no puedes hacer algo? ¿Cómo demuestro yo que no se hacer macramé? ¿Cómo le puedo asegurar a alguien que no se arreglar un televisor?.
Lo de la pobre enferma guapa no me ha extrañado porque hemos llegado a un punto de burocracia cercano al absurdo, casi como aquella película de Astérix y Obélix (creo que Las doce pruebas) en que se volvían locos con papeleos en un edificio.
Me ha matao lo de la tia Dona Mae, jajajajajaa.

Un abracete.

Anónimo dijo...

ayyy los funcionarios...aquí el seguro social es una cosa de realismo mágico y yo creí que era por ser de este continente. Aquí van los pacientes y les dice: urge operar, puede morir y ¡hala! les dan cita para 6 meses para PROGRAMAR la cirugía, lo que puede llevar otros 6 meses. Supongo que es así porque les interesa que el paciente muera antes y no tengan nada que hacer.
Y los empleados (como esa enfermera) creen que con decir babosadas EN VOZ MÁS ALTA el que está del otro lado de la ventanilla entenderá mejor. Pide hablar con el director del hospital (aquí es poco probable que se pueda, pero la enfermera piensa si no habrá hecho enojar a algún pariente de él y las cosas suelen cambiar).
Espero que no sólo le hayas pegado el catarro, sino que además, ella misma entre en un bucle en otro lugar de la burocracia de donde no pueda salir y se acuerde del día en que te lo puso difícil a tí. Veremos si entonces aprende.
Lamento que esto te haya sucedido.
Y espero que el catarro ya sea historia.
Un beso,
Ale.

Jane Jubilada dijo...

Te estaba poniendo el comentario y, cuando le di a publicar, me salió un cartelito que decía "Vaya, eso es un error". ¿Estará por aquí la taquillera o la administrativa que te atendió?
Bueno pues lo que te dije antes (y no sé si podré decírtelo alguna vez en la vida, si va a seguir el del cartelito tocándome las narices) es que ¡qué buena historia, bella congestionada! Y también te decía que la vida es así, caótica, absurda y llena de bucles (o algo así)

loquemeahorro dijo...

Ángeles: Tres veces, tres veces más se lo voy a repetir, señora...

Y sí, sí, la estulticia es una epidemia universal.

Charly Hell: Ataca Satán, qué bueno. Sí, es una buena reflexión ¿cómo se demuestra que uno no sabe hablar alemán???

Ah, sí, Las Doce Pruebas de Astérix, realmente lo que dice de la burocracia es una verdad universal.

Gracias, besos.


Bibliobulímica: Aquí es exactamente igual, para que veas. Ummm, que parezca que tienes un pariente influyente, eso sí que es una buena idea.

Jane Jubilada: ¿Y te ha dicho "dónde está el perro"? Gracias, bella mujer, y sí los bucles nos atacan preocupantemente.

Lectora dijo...

Qué bucle más mareante, la chica debía estar con el watssap o algo no?

Isa dijo...

Te he descubierto por casualidad, pero me gusta lo que veo y me quedo para echarme unas risas de vez en cuando.
¿No te has enterado de que eso de la libre elección de médico es mentira? No sé si mi historia será mejor: 35 años tratándome en un hospital, me mandan a una nueva consulta y no me la dan porque mi centro de salud no pertenece a ese hospital. Conclusión, en vez de darme una cita en ventanilla al salir de la consulta tengo que ir al médico de cabecera, que me mande al centro de zona para que luego me mande al hospital que me corresponde. ¿No supone eso más gasto?

loquemeahorro dijo...

Sonja: Pues no, no tenía el whatsapp, me estaba dedicando a mí toda su atención, vamos que era así al natural.

Isa: Bienvenida. Lo de la libre elección yo también creo que es mentira, o por lo menos es tan complicadísimo conseguirlo y se tienen que dar unas circunstancias tan favorables que al final ...

Aunque es una manera divertida de pasar de tarde para la gente a la que le gustan las discusiones (que haberlos haylos)

Lillu dijo...

Uy, me apasionan las anécdotas de médicos y centros de salud, lo sabes! Tengo muchas pero me da cosillas contarlas por si un día los profesionales de la medicina (por llamarles de algún modo) me identifican y dejan de mal atenderme o pasar de mí en las consultas.

Lo del cambio de dirección me encanta. Debe ser un trámite harto complicado, porque yo lo he intentado tres o cuatro veces también en Tenerife y todas las veces me han contestado algo así como "si total no te vamos a mandar nada a esa dirección porque si hay algo importante te llamamos al móvil, mejor déja la dirección como está...". Y yo que soy muy perseverante lo volvía a intentar en otro hospital/centro de salud aprovechando unas pruebas y la respuesta era básicamente la misma. Así que yo vivo todavía en el mismo piso de hace 10 años, después de 3 mudanzas. Menos mal que si hay algo me llamarán. Bueno, o eso, o no me enteraré y se me saltarán en la lista de espera...

saluditos!

loquemeahorro dijo...

Lillu: ¡Yo he perdido una cita por no haber cambiado la dirección! Y no podía cambiar la dirección porque tardaron dos meses en mandarme el papel (el que no servía) del Ayuntamiento.

Qué divertido es ¿verdad? Yo me lo paso chachi calabaza.