martes, 28 de enero de 2014

Safari (mega) park

Qué: una peligrosa cacería de un mueble zapatero

Dónde: un polígamo industrial de esos que quiero dominar, si es que se me resiste lo de los pantalones vaqueros.

Cuándo: un sábado de lluvia intensa, que es cuando mola ir a estos sitios.

Banda sonora: la música de presentación de El Hombre y la Tierra.

La misión era arriesgada, a qué negarlo, porque por su naturaleza díscola, el mueble auxiliar resulta de lo más levantisco y no se atrapar tan fácilmente como el depredador desearía.

Ellos están ahí paciendo, tan tranquilos en sus catálogos y revistas de decoración (los muebles son mayoritariamente rumiantes como todo el mundo sabe) y parece que basta con que vayas ahí y los atrapes, pero ¡no! Nada es tan fácil como parece y cuando te acercas a ellos, la manada tiende a dispersarse y a salir huyendo con una velocidad que nunca hubieras pensado cuando consultaste esa esa web en la que se les veía tan tranquilitos.

Quiénes: mi hermana y yo, pertrechadas con nuestros cazamariposas y nuestros salacot ¿salacots? ¿salicots? ¿salakovs? reglamentarios.

Preparación previa: unas treinta y dos mil webs, pero había llegado el momento de reconocer el terreno y probar el material con nuestras propias manos y, sobre todo, abrir y cerrar las puertas, que es una cosa que nos encanta hacer.

Cuando veíamos pisos, lo primero que hacíamos era abrir y cerrar todas las puertas y ventanas de la casa en cuestión. Pero en cualquiera ¿eh? daba igual que la casa nos pareciera un zulo horrible del que estuviéramos deseando salir, era ver un armarito de cocina, y lanzarnos como locas. Yo lo llamo:”Operación Bisagra”.

Primera Parada: Mega cadena nacional del bricolaje.

Después de algunas escaramuzas llegamos a la zona de los famosos zapateros. Muchas cajas con las piezas y ningún zapatero ya montado. Pues no los veo, pues yo tampoco, vamos a buscar mejor. El cazador, el auténtico cazador, no debe sentir vergüenza de pedir ayuda a quién haga falta, y si hace falta alzar sus ojos a Dios, se alzan. A Dios, o a un estante que está como a 2’50 metros del suelo, donde han colocado los muebles montados.

Nuestro sexto sentido de cazadoras nos decía que ahí no íbamos a poder abrir y cerrar muchas puertas, no es por nada.

Encontramos un guía nativo resultó ser más o menos como todos los guías nativos que se precien: ganaba poco, la misión le importaba menos que qué hacíamos ahí con unos cazamariposas, y en su futuro laboral veía claro que pronto caería por un barranco con un grito (cuando lleva ahí toda la vida, mientras los británicos que no han estado ahí jamás, sobreviven hasta el último rollo de la película).

Segunda parada: tienda de muebles como monilla con nombre francés.

En los abrevaderos del menaje del hogar, se congregaban multitud de cazadores de rebajas, especialmente mujeres, que se conformaban con la caza menor de tazas, delantales y platitos a juego, mientras sus crías (las de las cazadoras, no las de las tazas) probaban unos sillones que parecían comodísimo, por lo menos si no pasas de los 7 años.

Zapateros solo había uno, y si queríamos en catálogo. Abrimos y cerramos un ratito el mueble hasta que nos cansamos, y continuamos camino al siguiente campamento. Además nos faltaban unos zapatos para ver qué es lo que realmente cabía ahí dentro.

Tercera parada: una tienda que ha cerrado.

Cuarta parada: una que no encontramos (la maldición de los polígamos industriales)

Quinta parada: ¿y si nos vamos a comer?

Sexta parada: una tienda de muebles baratilla, que para entendernos, no es Ikea.

Ahí nos enfrentamos con una curiosa raza de muebles para montar, que en sus envases tenían el nombre en letras muy grandes “Plastiken”.

- Hombre, lo bueno es que no engañan a nadien.
- Yo preferiría que fuera de maderén.
- Si tuviéramos unos zapaten..

Así estuvimos el resto del día, que en la vida del cazador, también hay un hueco para el humor. Sí, era humor, en serio... de verdad, bueno pues a nosotras nos hacía gracia.

Séptima parada: tienda de muebles con nombre propio, en plan Fernando Parriego o Cristina Fidalgo, o algo así. No confundir con tiendas que se llamen algo así como Martínez e hijos.

¡Pastos peligrosos, vive Dios! Esto no os explicarán nunca en Jara y Sedal, ni siquiera en Linde y Ribera. Jo, cómo envidio a los que ponen esos nombres a las revistas temáticas, en serio, qué creatividad.

Vimos un magnífico ejemplar, despistado bebiendo mientras su grupo le había dejado solo, mientras se iban a una web de decoración, un magnífico zapatero de 575 €, que estaba de rebajas, antes costa 640 €.

Abrimos y cerramos la puerta tres o cuatro veces (para no perder la costumbre, claro) y yo le dije al guía que no nos valía porque la puerta al abrirse se daría con la cama de mi dormitorio (cosa cierta, por otra parte).

Mi expedicionaria hermana se partía "¿O sea que no es por los quinientos euros, no?" No, no qué va, yo soy una persona que se gasta cien mil de las (únicas) pesetas (existentes, que no son antiguas, leñes), así sin pestañear. Sin pestañear, porque debería estar catatónica para hacer eso (y disponer de 600 euros, claro).

Buscando más tiendas acabamos en un extraño callejón donde dos coches que estaban aparcados, en cuánto nos vieron, arrancaron e intentaron salir del callejón y después, volver a entrar.

Decía mi hermana que algún negocio turbio se traían en aquel recóndito lugar.
- Seguro que son narcotraficantes y nos van a atracar.
- Mujer no sé, si ya tienen lo de las drogas, para qué se van a dedicar a atracar a los cuatro gatos que caigan por aquí.

Y en medio de esto PUM! un ruido de lo menos prometedor, y nosotras sin tener a mano a un nativo al que sacrificar. En fin, que la rueda se había metido en un boquete enorme que hasta se veía un poco del nife.

Aun así, conseguimos salir de esa, y ahora os puedo decir que dispongo de información fiable que confirma que sí, que eran narcos, de hecho un peligrosísimo cartel internacional, contra el que el FBI llevaba preparando una operación desde hace meses, junto a la Europol y Securitas Direct, ya les iban a pillar en un intercambio cuando aparecimos nosotras y lo fastidiamos todo, lo digo porque me pareció oír la voz gangosa de un walkie talkie (en la Europol no hay presupuesto para móviles)

- ¡Aborten operación, aborten operación!
- ¡Dieciocho meses de trabajo tirados a la basura!
- Pero ¿quiénes son esos? ¿los colombianos? ¿los turcos?
- No sé, pero he oído que decían “Nos hemos quedado sin la rueden”.

Epílogo: cuando llegamos por fin a Madrid, bajamos del coche y al recoger del maletero los abrigos y algunas cosas, le pregunté a mi cazadora hermana
- Oye ¿esta bolsa es algo mío?
- No, son unos zapatos que llevaba por si me hacían daño los botines.
- ¿Unos zapatos? ¿Hemos llevado unos zapatos todo el rato en el coche?
 - Oh, caspiten!







25 comentarios:

Charly Hell dijo...

jejejeje, lo he leido con la musiquilla en mi mente de El hombre y la vida de fondo.

Vaya odisea!! Hace unos meses estuve mirando también una zapatero, y al señor no le hacía mucha gracia que me quedase delante suyo embobao mientras arreglaba náuticos, botas altas... Ah, no lo de mirar el mueble, que me pierdo. Tras ver los precios de los de madera, opté por ir al megachino que tenemos aquí y por 7 euretes me compré uno de estos de dos lados con agujeros y varillas metálicas para conectar ámbos, y ahora soy una persona feliz con mi chinozapatero.

Saludetes, cazadora!!!

Doctora dijo...

Muy gracioso lo del cazamariposas ;P

A los muebles les gusta que les abran y cierren los cajones y las puertas, les relaja.

No te fíes de los narcotraficantes, también pueden dedicarse al secuestro o los atracos, para sacarse un sobresueldo.

loquemeahorro dijo...

Charly Hell: Eso, eso, con la música gana mucho, y además te entran unas ganas enormes de atravesar el Amazonas a la pata coja.

Oye, pues en el barrio donde trabajo hay un mini-local donde trabaja un zapatero, y hay unas 300 personas ahí dándole cháchara, de hecho no caben y se tienen que quedar en la calle.

Ya se sabe, 1 trabajando y 5 mirando (y cotilleando del barrio)


Doctora: Gracias, bella moza. Oye, que me alegra saber que he ayudado a mucho muebles y elementos de decoración, a sentirse útiles.

Jo, qué mal anda el mundo si hasta los narcotraficantes no llegan a fin de mes.

Unknown dijo...

Espero que la próxima vez que vaya de compras en busca de lo que sea me resulte todo tan aventurero como a ti. Me ha encantado lo de abrir y cerrar puertas en la búsqueda de pisos, me recuerda a mi que estaba obsesionada con abrir y cerrar todos los grifos. Algunas veces con consecuencias inesperadas.
Un saludo.

Uno dijo...


Al sencillo zapatero aunque se esconda se le ve venir de lejos pero el combo no se deja ver hasta que te ataca desde una estantería.

Tengo que salir a cazar un combo de aciteren vinagreren antigoteo. ¿Localizasteis alguno oteando el horizonte?

Un abrazo

Jane Jubilada dijo...

Loque, por primera vez le he leído un texto tuyo a mi marido. Pasaba por aquí y se acercó curioso para saber qué provocaba mis carcajadas. Al final, también se carcajeó (estas cosas unen mucho a una pareja)y se vio reflejado en lo que cuentas. Él es de los que, cuando va a la caza de un mueble, no sólo abre y cierra puertas, sino que también los vuelve del revés y les da con un martillito a ver si son resistentes (¡Huy, qué birria de mueble! ¡No aguanta nada!).
¡Suerte en esa caza mayor! Que encuentres un mueble zapatero con buenos cuernos para colgarlo en la pared de tu sala.

Mona Jacinta dijo...

Acabo de descubrir vuestro blog y he llorado de la risa. Me hago seguidora incondicional.

Esti dijo...

Qué gran verdad ésa de que la gran mayoría de los muebles son rumiantes.
Pero yo no voy a la caza del mueble ni con cazamariposas ni con salicot (salicot hay que decirlo más), yo voy a la caza del mueble a comer albondiguillas suecas. Tarta ya no, que desde que dijeron que contenía trazas de caca decidí pasarme directamente al café. Aprensiva que es una.

Susana dijo...

Y por fin no cazaste el zapatero... Pues vas a tener que repetir la cacería. Un beso.

Mónica-serendipia dijo...

Ay, siempre he querido tocarme la cabecita con un salacot, ¡es tan auténtico! Sobre todo cuando te dedicas a la caza de zapateros (yo pensaba que era para parece más arqueólogo, pero no). Qué gran safari, Loque, buenísimo. Nunca pensé que habría una caza buena y esta sí lo es (aunque los polis no pensaran lo mismo, "claren"). Besoten.

Blackmount dijo...

definitivamente tu hermana si que es una heroina mas mejor que agustina de aragon si encima de ayudarte con la mudanza te acompaña en todas esas peripecias. y es que ir a la caza de zapateros tiene mucho peligro, que nunca sabe uno con que escenas dantescas se puede encontrar

Mientrasleo dijo...

jajajaja me has recordado a que hace no mucho, entrando un sábado por la tarde en una zona de estas llenas de naves comercio... puse el comienzo de El rey león y se picaron mucho conmigo por mi retorcido sentido del humor
Me alegra ver que no soy la única :-)
Besos

loquemeahorro dijo...

Mariuca: Abriendo y cerrando grifos! Tú lo que eres es una aventurera!!!


Uno: La mal llamada caza menor, de menaje del hogar, es probablemente aún más problemática.

Así que no te puedo ayudar, pero por favor, si ves un spray de aceite, que funcione y no haya que tirar a la basura como el que yo me compré ¡avisa! (avisen)


Mona Jacinta: ¡Bienvenida! Haces muy requetebien, demuestras ser una persona con un buen criterio incontestable.

Pero eso sí, este blog solo lo hacemos yo, y mis circunstancias, le pediría ayuda al zapatero,pero como no se deja.

Jane Jubilada: Gracias guapa, y gracias a tu marido que veo que tiene buen criterio (y no solo escogiendo esposa).

Oye, estoy por llevarme yo también el martillo, vale no, que me haría daño a mí misma

loquemeahorro dijo...

Susana: Nada chica, es de lo más esquivo, así que sigo metida en partidas sin éxito alguno.


Mónica-Serendipia: Lo bueno del salacot (que yo he escrito como me ha dado la gana) es que te sirve para ir de arqueólogo, si lo que quieres es buscar en anticuarios, porque por ejemplo quieras poner en tu salón un Guerrero de Sin chan (dicho por un compañero, hace años y en serio)

Gracias, guapa. Por cierto que el FBI nos tienen en caza y caputuren.


Blackmount: Sí, ya dije que era la Agustina de Aragón del mueble desmontable, en este caso, vestida de Deborah Kerr.

Cielos! Está peor que de gótica!!! ¿de qué va, de la Tuna?


Mientras Leo: Las grandes mentes piensan igual. Y es verdad, en esos mega centros...¡Menuda fauna!


LaEsti: Yo con el menú del Ikea no me atrevo, además los restos... puag! fecales, creo que estaban en la carne, ya sabes, fue esa época que cada día se descubría que había carne de algo más asqueroso en una hamburguesas u otros mejunges picados.

Por eso se hicieron rumiantes todos los muebles auxiliares, y no me extraña.

pd. ¿Cómo lo he escrito yo? ¿Salakov???

Unknown dijo...

Esta vez te dejo un comentario corto: Qué bonito suena irse de compras sin que una criatura de menos de 1m de alto destruya media tienda antes de que logres encontrar lo que buscas jajaja :D

loquemeahorro dijo...

Madre Exilio: Con que no diga (ahora difícil lo veo) como hizo un sobrino mío "Lo voy a quemar todo" antes de irse...

No te creas que era un trasto, en realidad era un bendito, pero es que era un sitio que había muy mal rollito y se ve que él lo percibió muy claro.

Gallo dijo...

Buenísimo, creo que te falta ir a cazar muebles suecos...en última instancia!

Lo de Martínez e hijos, genial! nosotros tenemos (íamos) Hermanos Vazquez que mas que tienda sonaba a circo.

600Euros por un zapatero? Cuál crisis, digo yo!

loquemeahorro dijo...

Gallo: Los pastos de Ikea ya los tenemos muy trillados, y nada, no hay un mueble zapatero que nos cuadre bien de medidas, etc...

Sí, más de 600 euros, de hecho el otro día en una tienda me dijeron que tenían (de rebajas) muebles entre los 270 - 500 euros.

Oye, es cierto "Hnos Vázquez, el famoso dúo de equilibristas"

Isabel Hernandez dijo...

Debe ser época de cacería porque el pasado finde yo también estuve de caza, la mía de un espécimen de sillón, y debo decir que concluyó bastante exitosa. Debe de ser que por naturaleza los sillones son más sedentarios que los zapateros y es más fácil su caza.

Desde luego, no fue tan divertida como la tuya, que mira que me he reído... :D

loquemeahorro dijo...

Isabel Hernández: En verano cacé un sofá y sí, por su naturaleza son más sedentarios (qué bueno)

Gracias, gracias, ya te digo que a mí lo de los sillones sedentarios me ha encantado.

Chechu Rebota dijo...

Ir a los polígonos a comprar es toda una aventura. Recuerdo que cuando hacia tartas fondant y cupcackes íbamos a comprar al por mayor a polígonos y era imposible no perderse por ellos.

Ángeles dijo...

¿Pero fuiste a cazar un zapatero y no llevaste tus botines? Ellos sí que hubieran sabido seguir el rastro, interpretar las marcas del terreno, evitar los barrancos...
Aunque a lo mejor así se hubiese perdido gran parte de la emoción, claro.

Tarambana dijo...

Vaya aventura a la caza del mueble. :D

(Y vaya como acojona traducir los precios a pesetas: 600 € ya suena alto, pero es que 100.000 pelas es un montonazo) :P

P.d. Creo que ese ¡Oh, caspiten! es uno de los finales más brillantes que he leído nunca. xD

Anónimo dijo...

Hace mucho que no paso por aquí. He tenido problemas que ya te conté. Ahora empiezo de nuevo en la antigua página.
www.loslibrosdeteresa.wordpress.com.
Espero poder reiniciar nuestras visitas.
Un abrazo
Teresa

loquemeahorro dijo...

Chechu Rebota: No sé si sabes que hay una normativa europea que impide que los polígonos industriales estén bien señalizados.

Bueno, que estén señalizados, bien o mal. Solo eso explica que no haya un solo cartel con los nombres de las calles, digo yo.

Ángeles: Me da miedo sacar los bonites de casa, por si acaso discuten de nuevo y se va cada uno por su lado, y yo... con los pies dentro.


Tarambana: Cien mil pesetas, qué pasada ¿verdad? Yo ya no paso los precios a pesetas porque suspaqué, vamos que para llevarme un berrinche (más, aún)...

Gracias, gracias, estuve a punto de ponerlo, no sé por qué.


LoslibrosdeTeresa: Qué bien, Teresa, me alegra que vuelvas a la blogosfera, te cambiaré el enlace en mi blog. Bienvenida de nuevo.