Cola de contacto

Un día hablaba de la gente que se cuela, refiriéndome a la gente, que se salta el orden de la cola, a la torera y nunca mejor dicho, porque me recuerdan a los portugueses esos que vacilan a un toro, pero lo hacen en vez de toros, con gente cabreada y carros de la compra.
(que nadie me explique qué hacen exactamente los forcados, por favor)

Pero hoy quiero hablar (bueno querer, querer, tampoco quiero) de la gente que se cuela en los sitios, vamos que entran sin pagar a los sitios, porque tienen más cara que las de Bélmez (y si lo de Bélmez no es tener cara...).

En esto hay muchas modalidades, clases, subclases, etc. Una de las más habituales es la de "por contacto", es decir porque conoces a alguién, o quizá no.

Modalidad 1: Conocer al que actúa

Sí, es público y notorio que las personas que tienen contactos dentro del mundo del espectáculo, tienen acceso libre a donde les plazca.

En concreto que los cantantes, actores, etc... reparten invitaciones y pases vip entre sus amigos, familiares y muy en especial, posibles ligues.

Claro, que en esto también hay su "serie B".

Me explico: Hace años, en una de las muchas actuaciones que realizó en Madrid, el famoso bailarín argentino Julio Bocca, tuve la oportunidad de ver en la puerta, a un montón de gente, intentando convencer a los de la puerta, de los muchos motivos (al margen de la posesión de una entrada) para dejarles entrar.

Y juro que oí a un tío gritar (dígase con acento de tanguista)
- Soy el primo de Julio Booooocca, Antonio Boooooocca.

Hombre, boca no sé, pero morro, tienes un rato. ¡¡Pero tú qué vas a ser primo de Julio Bocca, hombre!!

¿Y ese acento? Vamos que tú la única "Argentina" que conoces, además de la que no llora por tí, son los apartamentos Buenos Aires de Torrevieja (Alicante).

¡Dios, qué vergüenza sentí!! Y no digo ajena, porque (gran revelación) ¡Yo también me estaba colando!

Sí señores, me estaba colando porque yo SÍ tenía un contacto bueno: al tío de la puerta (en cuestión).

Y esto nos lleva a la

Modalidad 2: Conocer al que controla el acceso al recinto.

Esta es la realmente buena, os lo aseguro.

Bueno vale, en ese caso yo conocía a una chica , que conocía al de la puerta. Vale, ella conocía a uno que conocía al de la puerta.

Así que lo mismo te da conocer al ínclito, o a su cuñado, porque en esto se admiten hasta 3 ó 4 grados de separación, como en el juego (bueno hasta 6, no sé si vale).


Modalidad 3: Yo no, pero mi amiga sí.

Hace poco estaba en una exposición y en la puerta veo a una chica y a un chico jovencitos y le dice la chica al encargado.

- Es que (él) ha perdido su ticket y no lo encuentra, pero vamos que yo tengo mi entrada.

Y se la enseña. Ah, bueno mujer, si tú tienes tu entrada, pasad los dos, porque la pareja que ve exposiciones unidas, permanece unida.

Además todo el mundo sabe que es imposible comprar una sola entrada si vas con tu novio, porque el de la taquilla no te dejan, así que no hay trampa posible.

Esto por increíble que parezca es una de las formas más habituales de colarse (o intentarlo) que existe.

Y se basa, no ya en un supuesto contacto con influencias, sino en que tú acompañas a uno que sí tiene entrada, y hombre... no te van a separar de tu amigo/novio/vecino de rellano durante 1 hora o dos, sería una crueldad.

Si te juntas a una persona que tiene entrada, tú misteriosamente ¡tienes otra!.

Este extraño mismo proceso mental me lleva a una cosa que me pasó en el instituto (sí, el de Suspaqué).

Estábamos en clase de matemáticas y le dijimos al profesor, que era de los "enrollados" (alguién dice todavía "enrollado"?) que al día siguiente no íbamos porque había huelga y una manifestación de estudiantes (¡cómo nos lo pasamos ese año!)

Y nos dijo
- Pero ¿vosotros sabéis por qué hacéis huelga? ¿Seguro que no os apuntáis por no ir a clase?.
A ver Federica ¿tú, sabes las razones por las que se hace la manifestación?

Me duele decirlo, porque era mi muy mejor amiga de aquellos tiempos, y tengo la ligerísima sospecha de que el muy picaruelo, la escogió porque se dió cuenta de que no despuntaba por su inteligencia.

Ella contestó súper orgullosa, como diciendo "y creías que me ibas a pillar".

- Pues yo no, pero Loquemeahorro, sí.

Y aquí es donde se dio otra situación por contacto: "vergüenza por contacto"