Uniformemente

Como decíamos ayer, bueno, en realidad hace un montón de tiempo, una de esas preguntas que al parecer salen en los test de ingreso de prestigiosas universidades, es si los uniformes van contra los derechos humanos.

Yo dije que sí, que por supuesto, por lo menos él único que yo he llevado en mi vida, en el colegio. Vale, fue poco tiempo: Hasta los 8 años. Aunque después llevé "baby" varios años más.

Para el (afortunado) que no sepa lo que es un baby, explicaré que es una especie de bata de tela fina que llevan los escolares supuestamente para no mancharse la ropa en el colegio, y también para ponérselo por encima, cuando vuelven a casa, sujeto solo con el botón del cuello, y hacer de súper héroe en el autobús.

Todos los babys que existen, o por lo menos los que yo he visto, siguen un patrón pensando especialmente para que no le queden bien a nadie. Que esa debe ser su finalidad porque, vamos a ver, no te mancharás la ropa que llevas debajo, pero ¿De verdad es muy limpio llevar 5 días a la semana seguidos la misma prenda de ropa con todas las manchas de una semana escolar acumuladas?

Eso sí, para lo que son ideales, es para disfrazarse de pintor bohemio, que habla con un acento francés más dudoso que el de los anuncios de perfumes.

Pero lo reconozco, no todos los uniformes son así, también existen uniformes laborales, que tienen cierto sentido, no te digo yo que no, así que no vamos a hablar de ellos.

Una cosa ¿Por qué digo "hablamos" si esto lo escribo yo sola? ¿Me han hecho Papa, reina, o tengo lombrices? Vale, este dicho no es mío, pero me encanta y no sabía cuándo soltarlo.

Continuemos (yo, y mis parásitos intestinales): Si en algunas profesiones los uniformes son casi imprescindibles, en otras no, pero producen un extraño efecto en quienes los llevan.

Por ejemplo: Cuando contratas a alguien para limpiar tu casa unas horas a la semana, y se pone una camiseta vieja para hacerlo, es que tienes asistenta.

Cuando vive en tu casa, tienes interna, y cuando la obligas a ponerse un uniforme de cuadritos azulitos con delantal incluido, se llama "tener servicio", y si además le colocas una cofia, se convierte en una doncella.

Ella, en una doncella, y tú en un tontolaba.

Igualmente yo, si algún día tengo criada, no pienso ser menos que nadie y voy a comprarle un uniforme.

¡Qué caray! ¡Le voy a comprar varios, uno para cada día de la semana!:

El de la Nancy Enfermera para los lunes, para los martes, el de azafata con gorrito, etc. Y para los días de fiesta el de Yasmín la de Aladín, o algún otro de las Princesas Disney que esté en promoción.

¿Y si tuviera un chófer, o un mayordomo? Ah, pues lo tengo muy claro, le compraría:

Uno de policía, otro de indio con plumas, otro de vaquero, otro de obrero y el último de... de... No sé ¿De qué iba el último de los Village People? Ah, sí, de soldado ¿O era de marinero? Eso explicaría tanta obsesión con la Navy, digo yo.

Y es un uniforme de marinero siempre viene bien, sobre todo si tienes un hijo de cierta edad. Y he ahí una de las grandes dudas que acechan a mi mente, cuando espero el autobús y no me he llevado un libro.

¿Por qué los niños que hacen la primera comunión vestidos con un traje de marinero?

Yo, cuando la hice, fui vestida con un hábito, "de monjita", con su toca y todo, que no hacía más que caérseme del pelo y que iba por la iglesia con la cabeza así echada para atrás, que parecía que en vez de ir a comulgar por primera vez, iba a que me pusieran mi primer corsé ortopédico.

Se puede decir que iba muy tradicional, no solo porque era un traje que empezaban a no llevar las niñas de aquellos tiempos, sino porque el trajecito en sí tenía mucha tradición en mi familia.

Espera ¿Tradición es eso que se hace sin ninguna razón comprensible por el ser humano, solo porque lo ha hecho un montón de gente antes que tú?

Pues entonces sí, porque en mi caso lo habían hecho antes que yo tres hermanas mayores y dos primas. Seis personas en menos de una década utilizamos el trajecito. Había pasado más gente por él, que por un vagón de la línea cinco de Metro. Si hombre, de esos antiguos, de los que daban mal rollito.

Después de mí, no recuerdo que lo llevara nadie más. Creo que el pobre salió huyendo de su fundita de tintorería, durante la noche.

La última vez que lo vieron, estaba intentando cruzar la frontera con Portugal. Espero que después de tanto trabajo, encontrara una buena toalla para compartir su vida y ahora vivan felices su vida en común.

Mientras yo parecía que me iba a meter a clausura, el resto de las niñas que la hicieron conmigo iban de novias de ocho años, llenas de tul ilusión, encajes y con guantes blancos de ganchillo.

Iba a decir que iban más modernas, aunque hubo una que de moderna poco, porque iba como del siglo XIX. Lo juro, yo hice la comunión con una niña que llevaba traje largo con miriñaque, chal y pamela.

A lo mejor es que iba de camino a una fiesta que daban en Los Doce Robles, y esperaba que Ashley le pidiera que se apuntara el primer vals en su carnet de baile.

Los niños iban todos de "Club de Oficiales de la Marina", menos un amigo mío que iba de paisano, Porque chaval, creo que por eso le cayeron una de guardias...

Yo no me enteré mucho cuando la hice, para qué vamos a negarlo, que bastante tenía con que no se me cayera la toca de la cabeza, pero cierto run-run me llegó de que era una ceremonia religiosa.

Entonces llevar un hábito aún puede medio entenderse. Pero ¿Y un uniforme militar? ¿Y por qué de la Marina precisamente? ¿Todos lo heredan, como me pasó a mí, pero en este caso de un primo que estuvo en San Fernando (Cádiz) haciendo la mili?

Yo por lo que deduzco ahora, aquel día unas cuántas niñas se casaron, otra fue a la merienda campestre del principio de "la temporada", yo me metí a novicia, y los chavales, hicieron su jura de bandera.

O a lo mejor estábamos en medio del desfile del día de las fuerzas armadas y los niñas no íbamos vestidas para la ocasión.

Y ahora os dejo un momento, para imaginaros a una monja enana desfilando el Doce de Octubre, al lado de Escarlata O'Hara y de la cabra de la legión.

Bueno, he dicho que la hacen de marinerito, pero es mentira cochina, porque llevan una cantidad de galones que de almirante no baja ninguno. Hace años conocí a una chica de la marina francesa que estaba destinada en Madrid. Y no, no tengo ni idea de que hacen unos de la marina francesa en Madrid, cuando averigüe lo del uniforme de marinerito, lo mismo me lo planteo.

Pues me contó que su superior que era un alto mando (o cómo se llame) llegó un día al trabajo y le dijo.

- Me he cruzado con un niño que hacía la comunión ¡Y tenía más galones que yo!