Fuimos a Sabarsky, un sitio muy-muy fino que en realidad es la cafetería de uno de los 200 museos que hay en palacetes alucinantes de la Quinta Avenida, la Neue Gallery.
Ejemplo de casita discreta que hay en la zona más pija de la 5ª Avenida y alrededores
El sitio que tenía cola (como casi todo) para entrar, era monísimo y lleno de detalles (nótese que hasta los platos tienen el nombre del local), como la Gallery esa en cuestión está dedicada al arte austriaco, semeja un café de la vieja Viena, con sus tartas de chocolate, sus vistas al Central Park... vale, quizá esto no sea muy típico de Viena, pero bueno, yo estuve en Viena en el año catapún y ni fui a uno de esos cafés monos, ni me comí una tarta guay, ni mucho menos vi un cuadro de Klimt.
Cosa que tuvo en común con este día, que a Klimt solo lo vi en las postales de la tienda de recuerdos.
Comimos maravillosamente, a los Bibs se les puede ver, pillados in fraganti, poniéndose ciegos, pero yo me pedí una ensaladita que no se ve en las fotos.
Como se ve, comieron pan de centeno con salmón ahumado y una de los 4 tipos de salchichas que no hay quién se decida. Al lado de nuestra mesa estaban los postres: una selección de torten y struddell que los pobres Bibs no se pudieron resistir, después de estar toda la comida decidiéndose entre la tarta Sacher y el Appell Struddel.
¿Que qué tomé de postre yo? Pues nada, una frutita del tiempo que me pedí.
Después fuimos, una vez más siguiendo una recomendación, a la Frick Collection.
El que quiera saber en qué consiste semejante institución, le aconsejo que abandone inmediatamente este blog y se dirija aquí, donde todo se lo explicarán a las mil maravillas (esa fue la recomendación).
Si aún así insistes en quedarte aquí (tú sabrás) solo diré que el tal Frick fue un tipo de esos salidos de la nada que se hizo rico como a lo bestia, y que dedicó parte de su tiempo a viajar por Europa comprando obras de arte (me parece estar viendo mi vida reflejada).
También se mandó construir un coqueto palacete enfrente del Central Park, con lo que suele tener el típico coqueto palacete que todos hemos tenido alguna vez: Su patio interior cubierto, su luz natural por medio de ventanales inmensos...
Y digo que todos lo hemos tenido, porque yo, por lo menos, en otra vida viví en ese palacete, ah ¿Nunca os lo había contado?
No sé, se me habrá pasado, mientras os contaba mis apasionantes aventuras en la red de transportes públicos de la periferia madrileña. Pues sí, viví ahí, era una bella y riquísima joven que bajaba, como quién no quiere la cosa por una escalinata espectacular, cada vez que pasaba por ahí un pretendiente con bigote.¡Ah, que tiempos!
Mi tío Frick (yo le llamaba así "Tío Frick" no es creáis que no sé cómo se llamaba) era autodidacta, quizá no tenía formación académica, pero se ve que aprendió muy bien, porque mal gusto no tenía el hombre, por lo menos comprando cuadros.
Ejemplo: Recuerdo que en aquellos tiempos había veces me decía mi doncella Sally
- Señorita, su tío me manda a decir que la espera en el comedor pequeño.
Y yo bajaba, haciendo mi numerito de la escalera, no vaya a ser que pasara por ahí algún mozo casadero, y me quedaba un buen rato esperando, sin que por ahí aparecieran ni mis tíos, ni un pretendiente bigotudo ni nadie, hasta que Sally me venía a buscar y me decía:
- Señorita, están esperándola en el comedor hace media hora, y me ha dicho su tía que sepa que se ha quedado sin el currusco del pan.
- Y este es el comedor ¿no ves que está aquí el Greco? O eso, o se me ha vuelto a alargar la retina.
- Señorita, su tío tiene MÁS DE UN GRECO, el comedor es la habitación que además del Greco tiene el Rembrant.
- ¿Los Rembrant no está en el salón de baile?
- DOS de los Rembrants están en el salón de baile, el tercero en el comedor.
Ah sí, solo contratábamos servicio con formación en pintura europea y entre nosotros, cuando el jardinero se tomaba una copita de más, se ponía pesadísimo explicándonos los Goyas del recibidor.
Volviendo a mi yo actual, os diré que en el baño, gracias a unas argentinas (estaba NY tomado por turistas argentinos), nos enteramos que murió él, murió su mujer y los hijos que tuvieron que murieron antes, y al final todo se convirtió en una fundación y nadie más bajó por la escalinata esa flipante.
¿Que qué había sido de mí? Pues antes me habían desheredado porque me fugué con un caballerizo polaco con el que recorrí toda Europa después de ... pero bueno, volvamos a septiembre de 2010 (o a 2049, según las fotos)
Después anduvimos cotilleando por las zonas comerciales de la Quinta y otras avenidas muy cucas que hay por ahí, y que jamás conseguiré desentrañar si eran Lexington, Madison, u otra muy fina acabada en "on".
Si alguien sabe qué calle es esta, que me lo diga, que es donde estuvimos de compras
Sí sé que en un momento dado nos tomamos un té en uno de los millones de cafeterías que hay por la calle, que además, era la cafetería de un gimnasio, donde cuando quise ir al baño, tuve que entrar al gimnasio de marras, y en definitiva, ir al baño del vestuario, así que ahí me tienes cruzando en medio de mujeres en toalla y yo ahí poniendo cara de "Eh, que me estoy tomando un té que me da derecho a veros desnudas".
Mirones/as de Niuyó, ya sabéis dónde ir.
Ah, ese día, tuvimos nuestra primera experiencia en el Metro, y la última, y eso que me habían advertido, me habían dicho que era muy cutre, pero yo me hice la chulita y pensé "Venga por Dios, si yo he viajado en la línea 5". Pero sí, lo era. Y sí, estaba fatal señalizado todo, y lo mejor de todo es que para cambiar de sentido en una línea, hay que salir a la calle, y entrar por otra boca de metro (?).
Y eso que a cambio diré que a las (muchas) personas a las que les preguntamos cómo hacer el transbordo, nos atendieron muy amablemente, ni siquiera la cucaracha que vio mi hermana fue grosera, ni nada, de verdad.
Me han dicho que también es normal ver ratas y ratones, pero ya os digo que es que ahí la mayoría de la gente es muy solícita y lo mismo es que salen por ayudar, oye.
La última anesdotilla del día fue que cuando volvíamos al hotel por la noche, pasamos por delante de una de las diez mil puertas con un toldito que hay en cualquier calle, y me fijé en que había un grupo de chicas y chicos como esperando, todos muy arregladitos, y dije:
- Esto debe ser una discouuuu.
Sí, para mi vergüenza lo reconozco públicamente, dije "discou".
Casi acierto: era un centro judío.
Nota 1: Me voy a saltar algunas comidas y algunas fotos de comidas, por abreviar.Nota 2: No, de los vestuarios no tengo fotos.
Nota 3: Y de la cucaracha, menos.
25 comentarios:
Cómo me está gustando esta crónica!
Pobre tú, que no pudiste comer esos postres tan suculentos y te tuviste que conformar con una pobre frutita jajaja. Me ha entrado un hambre y un ansia de encender el horno para sacar algo lleno de calorías que no te puedes imaginar, lo que pasa es que nunca podré hacer nada parecido a eso que ven mis ojos...
No sabía que el metro era cutre ni tampoco sé el nombre de la calle de las compras. Bueno, sabrás disculpar a los que no frecuentamos Niuyor.
Lo del gimnasio...puff qué mal, no??
Tu otra vida me ha dejado absorta, con la escalerilla donde te veían los pretendientes, ¡¡pero cómo te pudiste enamorar del donadie y perder esa casa, por diooossss!! no ves que ahora todos los BIBs tendríamos la "casita de verano" llena de obras de arte?? jajaja
Me he echado unas risas increíbles. Dale recuerdos a Sally, si es que la has vuelto a ver en esta vida...
Gracias Isi, con comentarios así, da gusto.
No seas modesta, que estás hecha una maestra repostera, y recuerda que os lo comistéis vosotros, los Bibs, que yo me comí un ensalada y una pieza de fruta.
Lo del gimnasio fue un corte alucinante.
Hace tiempo que pensaba hablaros de mis otras vidas, que son muchas y variadas. De todas maneras no os he contado todo lo que me pasó cuando fui bella heredera, después del atractivo caballerizo, pasaron muchas otras cosas, no te creas.
Hay mucha gente que el Metro no le ha parecido tan cutre, a mí la verdad, no me entusiasmó.
Loque, me ha encantado tu historia de la Frick, una mezcla de "La edad de la inocencia" y "La Túnica negra" de Collins...., jejeje!
Eres única en la recreación. Lo de los mirones, la amabilidad en el metro y los judios lo has bordado, te leo y me imagino un cuadro de Hopper...
Lo de las fotos no te digo nada, tengo un hambre....
Qué bien que te estés recuperando! ;-)
Gracias Maribel, me lo acabo de leer, y no me ha quedado mal del todo, como verás he puesto un enlace a vuestra santa casa, por si alguien quiere saber algo serio sobre la mansión de mi tío.
Por cierto que me leí la Edad de la Inocencia y me llegó a cargar mucho-mucho, pero me lo acabé como una campeona (o una masoquista, no sé). La Túnica Negra creo que la tengo en casa, en espera como 100 libros más, y eso que después de La Dama de Blanco, Wilkie Collins tiene bula en mi casa, pero ni por esas.
No sé cuál es más apasionante, si tu vida en un Nueva York lleno de baños con argentinas, vestuarios con mujeres desnudas o metro con cucarachas, o tu otra vida y tus intelectuales conversaciones con tu doncella Sally. Lo que vas a tener que contar más, porque me tiene intrigadísima, es lo de la fuga (¿Y quién es él? ¿Y en qué lugar se enamoró de ti? ¿Fue en la bajada de la escalera por fin?).
Genial como siempre, Loque.
No hay nada más eficaz que la bajada por las escaleras Jane, lo he utilizado mucho en varias de mis vidas, aún cuando bajo la basura, me doy aires, a ver si cuela.
Muchas gracias, guapa.
A ver, a ver: de saltarse fotos de comidas, nada! Que yo quiero saber qué se come por esas tierras de Dios (o de Donald Trump, da igual XD).
Y lo del metro me ha sorprendido a mí también, porque se supone que lo primero que buscas en cualquier ciudad grande es el metro para poder moverte rápido, barato y relativamente cómodo. Si entrar en la boca del metro más bien parece "En la boca del miedo"... pues mira, mejor se usa un taxi y ya está, no? Mientras no te salga Robert de Niro conduciendo... XD
saluditos
PD. Yo tampoco sé qué calle es ésa; se ve que no me fijé en las veces que he estado en NY (una, o ninguna, como todo el mundo sabe XD).
Loque, que sofisticada, la Frick, musicales, esas exquisiteces gastronómicas... me estoy temiendo que acaba la crónica y no te has comido una miserable hamburguesa ni visitado la Estatua de la Libertad.
Yo tampoco quiero que ahorres en fotos de comidas ni en detalles.
Me ha encantado la conversación de Sally con el servicio.
Me ha hecho mucha gracia lo del currusco ;)
¿No se extrañaba el personal de la cafetería al verte sacándole fotos a la comida?.
Lillu Es que esto se va a eternizar mucho, pero bueno, allá va: la primera noche cenamos una hamburguesa muy buena, y el segundo pollo asado al estilo peruano.
Respecto al transporte, fuimos en bus todo el rato, bueno, algún taxi sí que cogimos, pero sobre todo bus, que tenía un bono que salía muy económico, sobre todo si no lo perdías el tercer día como yo.
Alice Juro que comí dos hamburguesas, incluso tengo fotos, pero las de la primera no salieron muy allá y por eso no las he puesto, bueno, y porque parezca que he hecho otra cosa además de comer.
pd. No, a la Estatua de la Libertad no fui.
Doctora Lo iba a comentar, que no solo en la cafetería, he hecho fotos de la comida, con los marcapáginas bib en cada sitio dónde he ido, y no solo eso, tengo fotos bib de las compras, del Top of the Rock, del Central Park...
Anda, que tener que salir a la calle para cambiar de sentido... Luego dicen que los leperos...
Oye, me gustaría conocer más detalles de tu vida pasada, y de Sally, y de tu tio, y del mobiliario de tu casa, y de tu amante, de tus viajes por Europa... Ay, Loque, que a todo le sacas punta y a mí la risa.
¡Güenísimo tu estilo! Así es como se cuenta la visita a una de las colecciones que imagino más impresionantes del mundo mundial. Y lo del vestuario, un poco chusco para NY (por no sacar otras conclusiones …)
xG
Gracias Inma: Pues de mis muebles y de mi tío hay información en la red, ya te digo que la entrada de los guisantes es realmente completa.
De mis amores... aaaay, ya os contaré... (si me da por ahí)
xGaztelu La colección no es muy grande, pero asombra ver la concentración de obras de arte, especialmente en el retrato (mi ojito derecho), por ejemplo con unos cuantos Haals (más ojito derecho aún) y bueno.. que todo de lo bueno, lo mejor.
Mi tío era así, no reparaba en gastos.
Lo del vestuario fue vergonzoso, de verdad, y sí, en NY con lo que son de detallistas, me sorprendió, a cambio tenían un camarero peruano que le contó su vida a mi hermana.
Hola loquemeahorro (o como te llames ;-). Soy Molly, una pequeña oveja de peluche que tiene su propio blog y sólo quería decirte que me encanta el tuyo y tu forma de escribir. Me he divertido mucho leyendo tu crónica de NY (curiosamente también mi último gran viaje) y espero ansiosa leer más. Decirte que tenemos amigos comunes (los chicos del guisante verde) y es a través de ellos como he caído en tu blog aunque debo decir que ya había oído de él aunque no lo había leído. Y nada, invitarte si quieres a pasarte por el mío y animarte a seguir con tus estupendos relatos
Besos de peluche ;-)
Hola Loque me tienes muerto de envidia con tus vivencias en Nueva Yor, bueno con las del metro nooo.
Ya me he puesto a ahorrar, y quiza para la fecha de las fotógrafias,pueda ir a esa ciudad que todos los visitantes la pintais
tan alucinante.
Saludos y saludos.
Hola Molly y bienvenida, ya he visto en tu blog que has viajado mucho a lo largo y ancho, yo la verdad, quitando este "gran viaje", no les he podido hacer muchas fotos a los marcapáginas, aunque no por falta de ganas.
¿Guisante Verde? ¿Guisante Verde? Me suena, me suena.... :-)
Hola Julio: Sí que es alucinante, pero a mí tus viajes también me dan mucha envidia, que yo por ejemplo, todavía no conozco París, a ver si voy antes de la fecha de las fotos
Menudo viajecito,yo habia estado en Nueva York co las chicas de Sesso en Nueva York y tengo que decir que no hay color,el tuyo a sido mucho más uducativo ,donde ca a parar,me alegro de haber entrado en tu bloog,me lo recomendo(El sueño de Tomás)como el que recomienda un dentista que te a parecido bueno ,me dijo lee las vivencias de ``lo que``veras como te gusta y me alegro de haberle hecho caso (tienes otra seguidora).
Hola Mari Sanse: Me alegra mucho verte por mi blog (más teniendo en cuenta quién te "recomienda") y que te haya gustado.
Espero verte más veces por aquí, y lo del dentista me ha gustado mucho.
He buscado en la Wikipedia a tu Tio Frick... ¡y a tí no te nombran! ¿seguro que eras sobrina directa o más bien de esas de tercera mano?
Parece que quiero reconocer la avenida esa de la foto, pero se queda la cosa en eso, que parece que la quiero reconocer. A ver si el día que vaya a NY me fijo.
Un saludo
PD. A ver si nos acordamos y dentro de 39 años vuelves a publicar estas fotos, que estarán entonces de plena vigencia! XDD
Arg, qué envidia de la mala (bueno, en realidad sólo existe envidia de la mala, ¿no?) me está dando tu viaje.
En Niuyor no he estado, pero sí en Londres, donde me hice experta en ignorar a los ratones del metro. De vez en cuando veías una cosa negra que corría y cruzaba el andén, el raíl, el pasillo... vamos, que eran como las palomas en Madrid, que se creen un ciudadano más y dan ganas de decir, eh, bonita, ¿tú pagas impuestos? Mi consejo: no mirar abajo, igual te caes por las escaleras, pero no verás ratones.
¡hay que ver lo que comen esos BIB's! tú en cambio, muy moderada con la ensalada ;-)...debe haberte costado más la frutita que el pastel ¿no??? mis papás siempre que viajan regresan asombrados de lo cara que es la fruta fuera de México (y desabrida, dicen ellos muy patrióticos jajaja)
Me has dejado un poco mareada: tanto viaje al pasado y al futuro (esa camara vale un dineral supongo) me ha descolocado el chongo...¿vas a continuar con tu viaje a niuyor o vidas pasadas? me muero de la intriga ^^jajaja
me encantó como ya al final del día se te había pegado el acento gringou
Julio: espero que pronto puedas ir a niuyor y no hasta la fecha de la cámara de loque
JuanRa: ¿que no dicen nada de loque-sobrina? ¡pues es que se fugó y la borraron de la herencia!¡eso estaba mal visto en aquel entonces!
Loque: ahora entiendo tantas cosas contigo...con tanta experiencia acumulada de esas vidas jijii
un beso,
Ale.
JuanRa Diablo Claro, no me nombran, porque después de mi fuga me convertí en la oveja negra de la familia, y me borraron de la wikipedia de entonces.
En el 2049, se reconocerá mi existencia.
LaEsti Pues yo estuve en Londres illo tempore y no recuerdo a los malditos roedores. No sé si era joven y no me importaba, o que en aquellos milenios tenían mejor servicio de desratización.
Jo, yo también envidio tu viaje a Japón, en realidad odio casi cualquier viaje.
Bibliobulímica Hola guapa, en España tenemos el mismo mito de la fruta, aunque con lo cara que está ahora... lo de desabrido me ha encantado.
Ya te contaré donde vi mucha fruta y preparadita. Ah, y la cámara me salió baratísima, en serio, lo malo es que no puedes darle de comer más allá de medianoche, o sufre extrañas mutaciones temporales.
Ah!! veo que tú sí entendiste lo de la herencia.
Esto es un escándalo, los gnomos de blogger me han borrado mi bonito comentario!! Espumarajeo de la rabia...
Me estoy dando cuenta de las cosas que se me olvidaron contarte, lo de que si te has colado de dirección hay que apoquinar ooootra vez ah y que los taxistas no tienen porqué saber adonde vas, hay que indicarles. E indicar eso a alguien que habla todavía menos inglés que tu es super diver, yes yes, unga unga, rrrrait rrrrait, nou, nou, left, left
Hola Espita , no he entendido lo de "si te has equivocado de dirección".
En los pocos taxis que cogimos, dijimos de todo: nombre de la calle, número dentro de la calle, Esto/Oeste y entre qué y qué estaba, solo nos faltó contarles quién era el arquitecto del edificio.
Pero vamos, que ahora todos (los 4 que cogimos, insisto) llevan GPS y sí, son todos indios, es cierto!!
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