No soy Doctora, pero ya me gustaría (I)

Esta entrada es muy especial, porque está dedicada a la autora del blog "No soy Patricia Conde" que os recomiendo vivamente. Su nombre de guerra es "Doctora", y nos ha dado un susto mu'grande, mu'grande, pero que ya se está poniendo (más) buena (aún).

Ella hace de vez en cuando concursos, y el que acierta puede cambiar el título de su blog durante una semana. Así por ejemplo durante unos días puedes añadir el nombre de otra mujer que tampoco es. Por ejemplo:
- No soy Patricia Conde, ni Nicole Kidman, o
- No soy Patricia Conde, ni la que le pone el botox a Nicole Kidman.

Ahora a todos los lectores de su blog nos ha tocado ya un premio muy especial al saber que se está recuperando, y hasta que vuelve a escribir y todo.

Mi pregunta favorita, porque fue la primera en la que participé y encima acerté, fue adivinar cuál de las cosas extrañas que contaba sobre su vida era cierta. Acerté porque escogí una que me había pasado a mí.

Así que siguiendo la fórmula que me dio suerte, voy a hacer lo mismo: Voy a contaros unas cuántas cosas sobre mi vida, porque sobre la suya sería un poco rarito, advirtiendo que solo una es verdad (llámalo homenaje, llámalo plagio)

Advierto que en cada opción habrá también una referencia a Doctora, aunque un poco dificililla de seguir.

Eso sí, como yo me pierdo como los cantares, al final voy a publicar las opciones en 2 días días.

¿Cómo jugar? Podéis ir dejando comentarios diciendo cuál os ha parecido real y el que tenga más votos, cambiaré mi vida para que sea real.

Vale, mejor si queréis proponer algo que también me ahorro en este blog, y que aparecerá en la cabecera durante una semana. Por ejemplo:

"Lo que me ahorro en psicoanálisis y en KH-7"

Al final publicaré la solución y como espero que muchos acertéis la solución, le cederé a la homenajeada el honor de elegir lo que le guste más para cambiar el título de lo propuesto entre los ganadores.

Por favor, aquellos que me conocéis desde mi más tierna infancia, sed discretos y no levantéis la liebre.

1) Una vez hice un cómic.

Fue cuando a los 15 años, con una amiga que era la que hacía los dibujos, lo contrario hubiera sido demasiado inverosímil, lo sé.

Vale, no lo acabamos, ni publicamos, ni nada, pero nos estaba quedando realmente bien. Vale, vais a tener que creerme porque nunca lo vais a ver.

Ya se sabe que a cierta edad a todos nos atrae lo misterioso y fantástico, así que nuestra historia iba sobre una especie de héroe que viajaba a los lugares más alucinantes (o eso nos parecía a nosotras).

El capítulo fuerte era en el que llegaba hasta más allá de la muerte para traer de vuelta a... Bueno, y ahí nos quedamos.

Lo más fuerte del asunto, es que años más tarde leí un cómic que iba exactamente de eso, si no llega a ser porque nunca lo publicamos, pensaría que nos lo plagiaron.

Claro, que ahora que lo pienso, hace mucho que no sé de esa chica, así que lo mismo anda por ahí, haciéndose rica con mis ideas... Sí claro, un autor de cómic español haciéndose rico, eso sí que no hay quién se lo crea.


2) Me gusta Camela.

Me da un poco de vergüenza decirlo, no lo sabe casi nadie, pero hoy me atrevo a decirlo por ser una ocasión tan especial.

Sí, qué pasa, sé que no es música de gran altura (el más alto del grupo creo que no pasa de 1,75 m) pero me gusta esa forma directa y sencilla que tienen de describir sentimientos universales, que todos hemos tenido en un momento u otro de nuestra vida. Generalmente antes de cumplir los 15 años.

Lo reconozco, es lamentable, pero es eso que se llama "placeres culpables", como comer bocadillos de Nocilla acompañados de Coca-Cola. O los ganchitos que te dejan los dedos naranjas.


3) Fui al Un, Dos, Tres de público.

Esto también me da un poco de vergüenza contarlo. Fue en la "Época Mayra", yo iba al instituto y entonces me encantaba (Venga ya, confesad, a vosotros también os gustaba).

Fuimos varias amigas de clase y no hace falta que os diga que antes, nos juntamos en casa de una para pintarnos y que pusimos "guapísimas", con nuestras permanentes de rizo "richi" y nuestras mallas de estribo.

Y allí estábamos sentadas en una fila bastante al fondo del plató, antes de que empezarán a grabar, cuando vemos que el regidor empieza a subir las escaleras, acercándose a nosotras.

Una de mis amigas me agarró del brazo muy fuerte y empezó a gritar.

- ¡Nos van a sentar delante! ¡Nos van a sentar delante! Tía, tíiiiiiiiiiiiiiiaaaa.

Y es que todo el mundo sabía que a las chicas más guapas las ponían en las primeras filas.

Justo detrás de donde Mayra leía a los concursantes la tarjetita que traía, por ejemplo, una lámpara de Aladino de cartón piedra, en el programa (obligatorio de todas las temporadas) de "Las Mil y Una Noches".

- Aladino encontró un genio escondido en esta lámpara. Quizá vosotros encontréis algo que no esperáis.

Y después de esta chorrada, o algo peor (Yo siempre pensé que las escribía Chicho en persona), añadía.

- Y hasta aquí puedo leer.

Y los concursantes le decían:

- ¿Puedes leernos algo más Mayra?

No, no puede, lo acaba de decir, lo dice en todos los programas, llevamos desde el blanco y negro oyéndolo. De verdad ¿Qué parte de "hasta aquí puedo leer" no habéis entendido?

Volviendo al tema, al igual que no había concursante que entendiera esto del "hasta aquí puedo leer" o "que no viniera a jugar", tampoco se veía en las primeras filas a un señor con bigote, o a una señora de pelo ahuecado, sino a un par de chicas jóvenes y monas..

Bueno, las malas lenguas decían que no ponían a las más guapas, sino a las más pijas y también se decía que les hacían una prueba para saber cuántas veces por minuto podían mover la melena de un lado para otro.

Pero en aquel momento a nosotras eso nos daba igual, porque un auténtico profesional entrenado para buscar niñas monas, nos había escogido como mujeres de incontestable belleza, y todo lo demás no importaba.

Y venga a codazos entre nosotras y venga "tíaaaaaaaaaa".

Yo recuerdo que estaba nerviosísima y que mis pensamientos se dividían, cuán pantalla de "24", entre "Qué vergüenza, me va a ver todo el mundo", la emoción de haber sido escogida como guapa oficial, como Miss Andalucía Occidental y el daño que me hacía mi amiga que con la emoción me estaba clavando las uñas en el brazo y me lo estaba dejando hecho cisco.

Aunque el pensamiento que dominaba a todos los demás era "¿En la tele se me verá bigote?, ¿Pareceré Willfredo el Belloso en mi única aparición en TV?".

Al final de un tiempo en el que a mí me parecía que todo pasaba como a cámara lenta, el hombre por fin se nos acercó, se paró a nuestro lado, y le dijo a una de mis amigas (y solo a una) que se fuera a sentar a la primera fila.

Y a las demás nos dejó ahí... por feas, está claro.

Creo que al lado de la palabra "chasco" en Wikipedia, sale la foto de cinco adolescentes ochenteras, con cara de idiotas. La morena del jersey azul, soy yo. Si ni así me reconocéis, es fácil: Soy la única a la que le sangra el brazo.

Continuará