Ayer fuí a un cuenta-cuentos para adultos, en la biblioteca nueva de mi barrio.
Yo fui ex profeso, no vaya a ser que los quiten por falta de público.
Pues qué ojo!!! Porque solo fuimos ¡4 personas! Tan mal rollo daba, que se metieron 3 bibliotecarias y el marido de una.
Me estoy imaginando a la señora diciendo
- Manolo ven, que esto es una crisis!
Claro que cuando estaba esperando sentada SOLA en toda la sala, entra una señora y se sienta ¡justo delante de mí! Mujer... que no había más asientos...
Para colmo, se había estropeado la calefacción, así que todos con los abrigos.
La cosa estuvo muy bien aunque costó “entrar en calor” (chiste inevitable), y hubo momentos muy divertidos,
además no conocía ninguno de los cuentos (algunos eran más bien monólogos).
Como éramos tan poquitos, hasta nos sacaron unas pastas y todo y al final nos despedimos todos en plan personal,
nos dieron las gracias por ir... y me decían “Y avisa a tus amigos” (que damos pastas)
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