miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL AÑO QUE DOMINA(RE)MOS EL MUNDO

...Hablando de repeticiones, llega una vez más el una vez más el cambio de año, porque si no se trataría de un año muy largo, a la par que extraño.

¿Hacemos un resumen del año que ha terminado? No sé, no sé. Vamos a someterlo a votación.

¿Hay alguien en la sala que no haya vivido el 2.014? ¿No, seguro?

¿Algún menor de un año que quiera que alguien le cuente que pasó en el primer trimestre? Venga que sí, que pocas cosas le interesan a un bebé de nueve meses que los devenires del mundo. Ni siquiera creo que le importe demasiado que la palabra devenires me la acabe de inventar.

Y si no es así, y tengo algún lector que aún no haya cumplido años que tenga alguna petición, espero sus comentarios en la zona habilitada para ello, de mi parte le envío todo mi cariño y este "aguguuu" de mi parte.

Pues bien, mi bien amados lectores, los dos que quedáis, a la par que amigos, a la par que sufrientes, vuestra paciencia va a ser recompensada porque .... veréis, no sé si os lo había comentado alguna vez, pero yo soy profeta.

Sí, como lo leéis y ahora estáis pensando "¿Qué hago yo leyéndome el blog de esta pirada?" ¿Veis? Lo sé porque soy profeta.

O profetisa... ¿eso existe? No lo sé porque yo solo sé cosas que van a pasar, o sea que como mucho, podría deciros si va a existir esa palabra en el futuro, que para mí que no... no le veo mucho futuro, por lo menos, poco uso le veo.

Bueno y como profeta que soy, os digo que este año... os voy a desvelar un montón de cosas sorprendentes.
- ¿Casos de corrupción y eso?
- No, no, qué va... sorprendentes, digo

Y voy a empezar contando la verdad sobre alguien que ha vuelto (más repeticiones) : Ramón García. Y ¿Por qué ha vuelto? Nostalgia, diréis unos. Caspa, diréis otros. Ah ¿pero se había ido? Diréis la mayoría.

Pues no, ha sido porque la televisión que sea, espera... ¿en qué canal transmite las campanadas? No, mejor, no me digáis dónde sale, basta con que me digáis dónde no sale, no vaya a ser que me lo encuentre y crea que estamos celebrando de nuevo el 95. O mil novecientos cincuenta y cinco.

Bueno, pues es que la televisión (la que sea) ha recibido enormes presiones para contratarle, provenientes de un grupo poderoso, qué digo poderoso ¡Poderosísimo!  El poderoso lobby de la capa española.

Sí, no me da miedo exponerme a sus iras por haber sacado denunciado sus actividades, vale, un poquito de miedo sí que me da, que quieras que no, esa gente tiene contactos con Drácula.

El de verdad, no ese vampirillo piltrafilla y abstinente que se presentó al casting porque sus profesores de interpretación ya le habían dicho que un poco muerto sí que parecía. Y la verdad es que muy vivo no me parece el muchacho.

- Espera, eso son cosas que están pasando o han pasado y eso no es de profetizar, maja.
-¿Ah, no? Pues ahora profetizo que este año me vuelven a catear en sibila 1 y 2.

Eso y que las revelaciones no han hecho más que empezar (pausa inquietante).

Pero dejemos eso de momento,  os dije que me gusta desearle a la gente que sea feliz y es cierto, soy como Jair.

 ¿Alguien se acuerda de Jair? ¿no? ¡Qué afortunados! Yo sí, era una rubia con mucho rizo suelto que presentaba uno de esos programas que con nocturnidad y alevosía nos amenizaban las noches de sábado de los ochenta y noventa.

Sí, hombre, esos programas de horas y horas que constituían una mezcla explosiva de chistes de gangosos de Arévalo, actuaciones de la Jurado desmelenada, Marta Sánchez con esa gracia y ese salero que Dios le ha dado, algún one hit wonder e incluso, si te descuidabas, un mago metiendo en una caja a una chica sonriente, a pesar de saber que después de eso la iban a trocear en tres, mientras tú, en tu casa gritabas a la tele.

- A ella no, mete a Arévalo en la caja, mete a Arévalo!

Y es que hay veces que todos, sí, todos hemos dicho que la televisión de ahora es mucho peor que la de antes y tal pero, pensad una cosa: ya no se cuentan chistes de gangosos. Ya está, es lo único que, la verdad, puedo decir de bueno de la televisión actual, ahora que lo pienso.

Bueno, pues la chica que lo presentaba, cada vez que finalizaba el programa decía "Y sean rabiosamente felices".

En mi casa la hacíamos caso siempre, por lo menos en parte, porque nos daba mucha rabia que dijera eso.

¿No sé, habéis sido alguna vez rabiosamente felices? Yo no sé si sabría identificar esa sensación, la verdad.

¿Qué habrá sido de esa chica? ¿Seguirá siendo rabiosamente entusiasta? ¿Y de pelo rabiosamente rubio y rabiosamente rizado? ¿Se habrá casado con algún presidente de un equipo de fútbol? ¿Utilizará bótox? Vale, esto último sí que os lo puedo decir, porque lo acabo de ver en este enlace (minuto 12:30 en adelante)

He dicho que eran programas muy típicos de los ochenta y noventa pero profetizo que uno de esos programas, si no varios, resurgirá del averno esta noche y vuestros suegros querrán verlos porque "si no, no parece nochevieja". Y profetizo que os encantará volver a ver a Azúcar Moreno y Miguel Bosé, como si nunca hubiera muer... digo, desaparecido de nuestras pantallas.

Se cumpla mi profecía, o no, no sé si la rubia rabiosa seguirá deseando esas cosas, pero yo sí que os deseo que tengáis un MUY FELIZ AÑO 2.015. 

Sin rabia, a ser posible, y que lo paséis bien esta noche y que no olvidéis una cosa y es que este año...

DOMINAREMOS EL MUNDO!!!


-Otra vez, le ha vuelto a dar ¿no le habían revisado la medicación?
-Que sí, que esta vez es en serio, palabrita, joooo, que sí, que ya veréis, lo dominaremos, sí.. 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

FELIZ REPETICIÓN

Ya está, ha llegado el momento de decir algo públicamente, es una cosa que todos sabemos, bien es cierto, pero de lo que nadie se atreve a hablar en voz alta: las navidades no existen.

Un día, hace mucho tiempo, estábamos todos (lo recordaréis) aburridos, y alguien dijo :

-¿A vosotros no os pasa que, de vez en cuando os apetece hacer lo mismo, sin ningún motivo, una vez al año?

- Pero ¿el qué?

- Lo que sea, da igual, pero tiene que ser una vez al año.

- La verdad, es que ahora que lo dices, a mí también, de hecho hay veces que son cosas que no querría hacer en ningún otro momento del año, pero una vez al año, con fecha fija, me gustaría hacer eso.

- Sí, sí, yo hay gente a la que esquivo durante 51 semanas, pero la 52... la 52 me apetece verles hasta la saciedad.

- Confieso que a mí, cada 364 días, me apetece emborracharme delante de mi jefe.

- ¿Pero después de haber tomado una cena de más de 40 euros con un postre muy malo a compartir entre cuatro?

-Siempre y cuando haya habido un jamón que digan que es ibérico a compartir al centro, sí.

- A mí lo que me apetece cada doce meses es cantar canciones absurdas donde se hable mucho de un portal.

-Nunca se lo había dicho a nadie, pero a mí también se me ocurre lo del portal de vez en cuando, en diciembre, no sé por qué.

-Qué curioso, a mí también.

- Y a mí, y a mí.

- Pues venga, a la de tres ¿hacemos todas esas cosas juntas? ¿a mogollón? Durante dos o tres semanas al año.

-Vale, pero para que sea más llevadero, comeremos y beberemos todos como si no hubiera un mañana.

-Y en cuánto pase más o menos un año ¡¡lo hacemos todo de nuevo!!

-Sí, sí, incluso las que no le gusten a nadie.

-O que sean bastante absurdas.

-¿Qué os parece si a todo lo llamamos ... Las Repeticiones?

-Bien, viva, qué buena idea.


Y así fue como ocurrió, amiguitos, y desde entonces celebramos las Repeticiones. Ya, ya sé que lo sabemos todos, pero no sé, necesitaba decirlo después de callar durante tanto tiempo.

Después, para darle más glamour, decidimos que habría muchas más cosas que todos haríamos como que nos creíamos, pero que todos sabríamos que no, y a eso decidimos llamarle "ilusión". Incluso, de vez en cuando, por si a alguien se le olvida, hasta se hace un anuncio en el que se dice "no la pierdas, ¿el qué?, la ilusióooon".

Ahora que lo digo, suena un poco absurdo ¿no?

Pero la cosa es que nos gusta seguir con la historia y repetir cosas una vez al año, y ahí seguimos.

Por eso y solo por eso, hacemos como que nos creemos - qué tontería - que hay más posibilidades de que te toque la lotería en una administración en la que venden MUCHOS, pero muchísimos, números diferentes, que en una en la que venden muy pocos. Hombre sí, claro, pero hay que saber el número.

Pues no, nos hemos puesto de acuerdo en decir que la gracia está en el sitio donde se vende, y hasta hacemos colas de horas y horas, por comprar uno de los -muchísimos - números DIFERENTES que venden ahí. Un sinsentido, pero oye, que nos gusta repetir.

Y así nos entretenemos y se entretiene nuestra familia y amigos, diciéndonos cosas como "Si vas a Murcia este puente, cómprame un décimo que ¿y si cae en Murcia, eh?", pues hombre, que habrá pocos números que se vendan en Murcia, digo yo.

Recuerdo una vez, hace años que el número que jugábamos en mi trabajo lo compramos en la misma administración en la que se vendió un segundo premio, creo recordar.

Poco después, iba en el autobús y oí a un niño (angelito) decirle a su madre
-¿Ves, mamá? Teníamos que haber comprado la lotería en Getafe y no en Leganés.
-Pero hijo, eso no significa que nos hubiera tocado. Incluso habrá gente que lo haya comprado en el mismo sitio y no le haya tocado nada.

No he estado tan tentada en mi vida de darme la vuelta y decir:
- Hijo mío, haz caso a tu madre que tiene razón, muuucha razón.

Pero claro, me acordé que aquello era levantar la liebre y lo que dije fue "Señora, señora... que casi se le escapa todo".

En todo caso, lo que nos divertimos con esta mentirijilla de la lotería y las colas ¿eh? Sobre todo se divierte un montón Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, Conde de Cabrillas.

¿Que quién es? Pues el amo y señor de Doña Manolita. Bueno, de esa señora no, que lleva muerta bastante tiempo, del establecimiento que esta buena mujer regentó en tiempos y que no pertenece a ella ni a su familia hace un montón de tiempo, sino al conde ese, al cabrillo.

Pues ese, ese sí que tiene ilusión, pero muchísima ¿eh? Yo, cuando era pequeña y veía que en donde habían vendido un décimo premiado sacaban el cava y estaban súper contentos, pensaba que es que llevaban participación de todo lo que vendían y que les había tocado el gordo, pero no, no .... lo que les toca es muchísimo mejor.

Y es que los niños, son los únicos que no están en el ajo de la mayoría de estas cosas, pero nosotros, los adultos, por no romperles la ilusión, insistimos en mantener ciertas mentiras.

Como esa, ya sabéis cual digo ¿no? Venga, lo sabéis... que sí, ya sé que no se puede decir, pero bueno la de que los ... la de que no hay ... la de que hay alguien, alguna vez, que realmente ligó en una cena de empresa.

- Pues unos de mi trabajo...
- Sí, vieron a una chica en una curva, ya, ya...

¿Sabéis lo que no está mal de Las Repeticiones? Pues eso de desearle a la gente que sea feliz, aunque sea algunos días al año.

Así que

¡¡¡MUY FELIZ REPETICIÓN A TODOS!!!

Y por ser las fechas que son, os lo repito

¡¡¡FELICIDADES!!! ¡A PASARLO BIEN, ZAGALES!

domingo, 7 de diciembre de 2014

Soluciones a: Una caja ad hoc entre naranja y roja (por fin)

He aquí la solución a las inquietantes preguntas que os lanzaba hace ... ¿hace tanto ya? Re-pámpanos, re-córcholis y alguna otra re-pipez que no se me ocurre ahora. Vaya, os tenía una sorpresa, el ganador o ganadores iban a recibir una Caja Roja y ahora que lo veo han caducado. Oooooooooh. 

Bueno, vayamos, por fin, al lío. 

1) La manifestación

a) Unos agricultores que se quejaban porque les pagaban el kilo de patatas a la exorbitante cantidad de dos céntimos.

Siendo este un blog de servicio público, me he documentado y he buscado cuánto cuesta un kilo de patatas según una web de compra por internet.

La más barata (una oferta de hecho) es a 0,40 €. Y la más cara ¡¡atención!! son unas que se llaman "patatas nuevas primor mini" que cuestan 4,50 €. Que sí que deben ser un primor, sí.

Aún suponiendo que la de los dos céntimos sea la de oferta, un incremento del ... a ver... 2 por ... y me llevo una .. En el camino del campo a la mesa, se multiplica el precio por 20.

Toma ya ¡se multiplica el precio por veinte! Está el mundo del intermediario llenito de jesucristos, porque esto sí que es el milagro de los panes y los peces.

Así que no, no es esta la opción porque eso no es para manifestarse, y menos por mi calle que no pasa ni el gato, eso es para directamente quemar el ministerio de Agricultura, me lo negaréis.

b) Un grupo de seguidores del cucurbitaceo de Abraham Mateo, probablemente el ídolo de jovencitas con el nombre más bíblico de la historia reciente.

 Pues no, por supuesto, si esa gente se manifestara por mi calle, ahora estaría escribiendo otra entrada "me mudo otra vez". Eso sí, os adelanto que los fans de este caballerete al parecer tienen hasta un nombre específico, no recuerdo bien cuál es pero creo que algo parecido a "Preadolescentes revueltas dubitativas sobre su opción sexual".

c) Un grupo de hinchas (pacíficos aunque gritones) del Córdoba F.C. (o cómo sean sus siglas que francamente, no voy a buscar) que efectivamente deben hacer de la exclusividad su bandera, porque no solo se manifiestan por la calle menos concurrida de todo Madrid, sino que lo hacen para gritarnos a los vecinos que aunque quisiéramos, a lo mejor no nos podríamos hacer seguidores del club.

En fin, que acabo de descubrir que hay gente que en su fuero interno se dice a sí mismo:

- Yo quería hacerme del Córdoba pero un día me miré al espejo y reconocí que soy un tipo del montón y me dije "Venga, me hago del Barça o del Madrid, que ahí admiten a cualquiera"

Pues sí, el Córdoba se ve que es un club selecto, casi tanto como al que pertenecen Ángeles y Doctora, las dos únicas que han elegido esta opción y por lo tanto, acertado esta pregunta.


d) Un grupo de ciclistas pidiendo lo que sea que pidan los ciclistas.

La opción más votada, algo lógico si piensas que menudos son los ciclistas reclamando sus derechos, aunque sus derechos consistan en atropellar los de los demás, o más bien, atropellar literalmente a los demás.

Ya, ya, que quieren el carril-bici, algo que yo deseo con todas mis fuerzas, aunque una cosa os digo ciclistas ¿no os habéis dado cuenta de cuánto os vais a aburrir cuando no podáis romperle la cadera a alguna ancianita?

2) En mi modélico - y robótico - vecindario, intercambiamos...

a) Comida.
La verdad es que a todos se nos caducan cosas que podríamos dar perfectamente a otros que las podrían aprovechar, como esas mini-tostaditas y mini-volovans que compraste una vez que quisiste hacerte el anfitrión fino y de los que te acordaste al día siguiente, mientras te preguntabas si la maxi-caja del Telepizza se echa al contenedor de papel y cartón o al de orgánicos.

Pero supongo que el mundo robótico considera potencialmente antihigiénica esta práctica, y como semos tan miraos...

b) Tecnología. Me vas a decir que no sería una gran idea, y muy acorde a nuestra naturaleza robótica. Pero no, no lo hacemos.

c) Libros y prensa. No sabéis lo maravilloso que es llegar un día a casa, quemado del trabajo y encontrarte ese narcótico dispensado en papel couché que es el Hola esperándote en el portal, gratis total. ¡Pues yo sí lo sé!

¿Os he dicho ya que amo mi vecindario? También hay otro tipo de revistas: de decoración, de moda, periódicos... e incluso esa que siempre sale Cristiano Ronaldo en la portada demostrando que existe una relación directamente proporcional entre la definición de sus abdominales y su cara  de asco.

Que a lo mejor los abdominales son del potochop, pero esa cara de aaaaaaaaasco no te la puede poner ningún programa de retoque fotográfico, 

También dejamos libros ¿eh? Una vez me llevé una obra de Lope de Vega, que conste. Quizá porque tenía mala conciencia por los Cuores que he revisado intensamente.

Esta ha sido la opción más votada y la real, así que enhorabuena humanos míos, quizá nos planteémos no exterminar vuestra especie... pero estad alertas, por si acaso.

d) Películas ¡A que sería una idea buenísima?! Estoy por dejar un par a ver si cunde el ejemplo. Ese día habremos alcanzado la perfección absoluta en mi edificio. 


3) La teleoperadora y la proposición.

Antes de nada quiero lanzar un mensaje a la chica de Orange. Chica de Orange: tú te lo pierdes, así te lo digo, ea.

a) Colgó el teléfono.

Casi nadie ha escogido esta opción porque ¡No hay quién se la crea! ¡Qué va a colgar! Pero bueno a lo mejor es que hay que insistir. A la próxima que me lo pregunte añado un "chata" y si es un tío "ladrón!" que me gustan mucho los piropos tipo José Luis López Vázquez.

O podría decir "Venga, que yo seré tu payasito" (escalofríos me dan)

Y un "pero por qué no te lo planteas" y utilizar los mismos argumentos "A ver, por qué no te interesa cambiar de opción sexual, venga, dime por qué, mujer"

b) Es una proposición ... al ahorro.

Ha sido la opción más votada y eso demuestra que, o bien conocéis bien el mundo del márketing telefónico, o bien les hacéis proposiciones deshonestas a los teleoperadores (picarones) porque es la respuesta correcta.

Al ahorro dijo, sí señores. O tiene un guión o era realmente creativa. Lo que no me creo que sea de un guión es lo que dijo al final. 

- Una proposición al ahorro.... ja-ja-ja, pero vamos, que no me va.

"Que no me va", dijo. Que es "contigo no, bicho" del teleoperador, al tiempo.

c) Esta se la cuento a mi marido

Seguro que sí se lo contó al marido ¿A que sí? Yo, por lo menos, se lo he contado a todo el mundo.

d) Nunca me lo había dicho una mujer, pero sí que nos lo dicen muchos hombres.

Yo, desgraciadamente (algún día os lo contaré) he estado en su lugar, sí, fue en otra vida y en fin... y os aseguro que no hay ningún hombre que llame a su operador telefónico para decir eso, qué va. Llaman para decir cada cosita... pero  algo tan educado y correcto, no, no dicen.

e) ¿Y si fuera una proposición?

Gracias Chechu Rebota,  por votar esta opción, se agradece el voto de confianza, vale que no fue, pero  bueno ¿Sabes lo que te digo? Que ya tiene mi número, si quiere llamar, que llame.