Vuelve el peor concurso de la blogosfera! No se dan premios
materiales y cuando se promete uno, no sirve para nada y algunos todavía están
esperando su recompensa (inmaterial) .
En primer lugar que sí que ya tengo las fotos de los botines
que hay que escoger y en segundo, pues eso, que no, que sigo sin ofrecer recompensas
materiales pero insisto en que el ganador puede proponer un tema y yo, gustosa,
tardaré mil años en concretar la entrada. No, no huyáis, de verdad, no es para
tanto.
Bueno, si alguno aún se atreve a seguir os contaré que este
fin de semana he ido de fiesta, en concreto del 30 aniversario de una boda. Que
para el que no lo sepa (o sea, yo) son “Bodas de perla”, cosa que nos ha venido
muy bien para intercambiarnos correos con el asunto “De perlas” cada vez que
teníamos que hablar algo de tan magno evento.
Todo este asunto me ha hecho recordar esa boda de la que yo
fui invitada en la mesa de los niños. Sumar mesa de los niños y 30 años…
escalofríos me dan, sobre todo porque hay gente que en noviembre sigue con el
aire acondicionado puesto y también porque me ha llevado a recordar un montón
de bodas a las que he ido en estos años… Bueno, en realidad solo una, y os reto
(os reto!! A que suena bien?) a que descubráis cuál de estas es la boda a la
que realmente fui.
1 1) Los no invitados:
Yo fui a una boda … a la que no fueron los
novios. ¿No se casaron? Sí, sí, se casaron, pero no fueron a la boda. Vale, me
habéis pillado, a la ceremonia religiosa sí que fueron, pero al banquete, no.
Todo empezó como cualquier otra boda gris y
aburrida de finales de los 70 de esas a las que me llevaban mis padres a Albacete
(siendo yo una criatura inocente que no podía defenderse ni huir con la
suficiente celeridad) sin que nunca estuviera segura de qué importantísimo
pariente al que no había visto en mi vida era el que se casaba.
Bueno, pues ahí que estuvimos oyendo
aquello de la epístola a los corintios y esperando que dijeran lo de “podéis ir
en paz” que yo pensaba por aquel entonces que se decía porque por fin nos
dejaban en paz y nos podíamos ir. Oye, tenía su lógica, además después decía la
gente “Demos gracias al Señor”.
¡Pues está claro! Dábamos gracias de poder
irnos por fin.
Bueno, después de esto, nos fuimos a un restaurante en busca
de la añorada pitanza, que sospecho que acabó con una tarta al whisky ¿he dicho
ya que eran los 70?.
Lo único que me pareció raro es que había una sola mesa,
bastante larga, pero aún así, éramos bastante menos gente que lo normal. Bueno,
lo que también me sorpendió un poco es que los novios no se sentaran a presidir
la mesa, sino que nos dijeran
Y
ahí que nos quedamos bebiendo y comiendo porque nos lo habían pedido y no por
otra cosa, eh?
Por
lo demás fue una boda muy normal, lo único que de vez en cuando se oía algún:- Que se besen… los padrinos!
2) La cantante calva
Esto ocurrió muchos años más tarde, en aquella época en la
que te invitan a una boda un día sí y otro también que creo que
hemos vivido todos y que suele ocurrir entre
los ventitantos y los que no me inviten a más bodas por favor.
Esta era una compañera de trabajo que solo invitó a tres de
la oficina (no éramos muchos más) y dos no vinieron. Resultado: una boda en la
que conocía a una única persona y no se iba a sentar conmigo, precisamente.
De la ceremonia no me acuerdo apenas, supongo que volvimos a
recibir alguna carta por error, porque realmente era de los Corintios ( qué asco
de servicio postal, los Corintios) y poco más.
Me colocaron donde buenamente pudieron, en la mesa de los
Primos Lejanos, llamada también en los 90 Mesa Balki (boda de los 90=chiste de
los 90).
La gran sorpresa es que en la mesa no estaba sentado a mi
vera, el típico primo del pueblo al que no le cierra el pantalón pero para que
se va a comprar otro (si este lo tengo nuevo, que solo me lo ponga pa’las bodas), sino un chico de buen
ver y verbo fácil.
Ji-ji-ji, ja-ja-ja reía yo coquetuela mientras me imaginaba
a nuestro hijos coreteando por los prados y me preguntaba cómo sacaría esas manchas de
césped de su ropa. Que no sabéis qué manchas deja la hierba. ¡Cómo se nota que
no tenéis hijos! Por lo menos ficticios.
Todo iba de perlas (eh? Eh? Es que la frase sale sola,
caramba) y hasta los calamares rebozados me parecían menos revenidos que de
costumbre. Lo único que me fastidiaba era, era… era ELLA.
Ella era la
cantante en cuestión, que no creo que fuera calva, pero llevaba un postizo
di-vi-no, claro que así le hacía conjunto con el resto de su look: tinte de
tres colores, flor en el pelo, vestido de leopardo. En fin, el pack completo de
Barbie de edad avanzada y criterio estético dudoso.
Pero lo peor
no era eso, lo peor no era lo de calva sino lo de cantante, bueno ¿ya he dicho
que no era calva? Vale, pues tampoco era cantante, pero armada con un micrófono
y un equipo de sonido que no tiene nada que envidarle al de los Rolling,
destripaba sin vergüenza ninguna rancheras, boleros y en general, todo el
repetorio de Rocío Durcal, artista con la que tenía en común el sacrificio de
sus cejas en el altar de la música.
Si os parece que hay algo en esa letra que no funciona, eso
es señal de que concocéis la canción y ella, no.
Yo iba aguantando aquello
hasta que atacó (porque desde luego es lo que mejor define lo que hizo
con esa canción) “La gata bajo la lluvia” ahí llegó el clímax de su actuación, el nova más,
el despiporre.
Imaginaos al chico contando algo supuestamente interesante y
a mí poniendo cara de que me interesa
- Cuenta, cuentamente tu mili en Albacete, hombre.
- Pues resulta que me habían colocado una guardia y …
- Y ya no seré tuyaaaaaaaa, seré la gataaaaaaa bajo la
lluviaaaaaaaa
- Una guardia, cuenta, cuenta. Me encantan las anécdotas de
guardias ¿no acabará con que el sargento te metió paquete verdad?
- Y maullaré por tiiiii
Ahí ya no pude soportarlo y dije
- Cielos ¿ha dicho maullaré?
- ¿Cómo?
- Se ha emocionado la tía ¿eh?
- ¿Quién?
- Esta mujer, de verdad ¿de dónde la han sacado?
- Es mi madre
- ¿Eiiis?
Pues sí amigos, la artista invitada no era artista, pero sí
una invitada, la tía del novio para ser exactos y madre de mi exfuturo esposo.
Creo que mi acompañante dijo algo más, como quele habían pedido los novios que cantará
o no sé qué, porque se ve que la vergüenza puede hacer que te quedes sordo,
porque yo ya ni oía, ni nada.
El resto de la comida se me hizo muy larga.
Eterna.
3) La corbata del novio
¿Habéis oído esa historia de una boda en la que los amigos
del novio fueron a cortarle la corbata con una motosierra y se les enganchó en
la típica cadenita de oro y le cortaron la yugular?
Pues yo, precisamente yo NO fui a esa boda. Sobre todo
porque es una leyenda urbana. En todo caso, cuya moraleja apoyo del todo y
espero que haga que se abandone esa costumbre bárbara: que los hombres lleven
medallitas, medallones y demás tipos de cadenas.
Pues érase que se era la típica boda en la que la gente dice
“que se besen, que se besen” y hay un amigo del novio, que domina el humor
sutil añade “ con lengua, con lengua
JO-JO-JO”, y otras lindezas. Bueno, este era el líder de un pequeño grupo que
le dio al banquete esa pizca de fino picante que se estila en cualquier
ceremonia nupcial de postín. Ay qué risa estaba pasando, casi vomito la cena.
Total que llegó el inevitable momento en que se levantó con
sus colegas y fueron a cortar la corbata con una navajita de esas de Recuerdo
de Albacete, ellos sabrán por qué.
La navajita sin embargo no hacía honor al mundialmente
famoso sector cuchillero albaceteño, porque no cortaba nada y después de cosa
de media hora intentando cortar la corbata, el amigo en cuestión se terminó por
cortar un dedo. Vamos, que se hizo un corte en el dedo, no os creáis que fue la
boda de Sweeney Todd ni nada.
Lo realmente grave no fue el corte, sino que aunque tardaron
poco en llevarlo a Urgencias, ahí no les hicieron ni caso después de ver llegar
a cuatro tíos con las corbatas en la cabeza y evidentes signos de intoxicación
etílica y el ínclito chistoso no pudo
volver a la fiesta o bien porque a lo tonto había perdido bastante sangre, o por
los puntos, o por el mareo o por la
vergüenza.
Guardo buen recuerdo de esa boda, no sabría decir por qué.
4) O.V.N.I.
¿Os acordáis de Lord Winston’s? Quizá bastantes de los que
seáis de Madrid os acordaréis de unos inmensos salones de bodas sitos en un
antiguo cine, llenitos de dorados imperiales y lujos principescos, que se
habían propuesto la noble tarea de poner al alcance de presupuestos modestos,
la boda de Sisí Emperatriz.
Pues bien,yo fui a una de las muchas bodas que ahí se
celebraron y sobreviví para contarlo, sobreviví yo, porque el edificio desapareció demolido, y ahora se han
construido unos pisos encima, cuyos residentes no pueden dormir porque no hacen
más que oír fantasmagóricos gritos de “Viva los novios” y “Follow the leader,
leader…” a horas intempestivas. (estas cosas pasan mucho, ya os lo advertí que
yo, no pararé hasta que …)
¿Qué contar de esa noche innenarrable? ¿Que cuando sacaron la carne de la cocina, los camareros salieron bailando haciendo paseillo al carrito del asado y al cocinero que hizo un bonito juego con el cuchillo jamonero? ¿Que salieron mariachis, la tuna de la facultad de Albacete y una parejita que cantaba “a lo” Pimpinela? ¿Qué no había visto pescado más frío, vichisoise más caliente y marisco más congelado en mi vida?
No, no contaré nada de eso, porque todo palidece ante el número estrella! La cosa es que ahí estábamos luchando con los langostinos (vale, con unas gambas que no merecían la muertepese a ser tan rematadamente malas) y oyendo aquello de que la cabeza es lo más rico y esas cosas que se oyen cuando sale un bicho de esos a la mesa, cuando de repente ¡se apagó la luz!
Vaya, un apagón, es lo único que le faltaba a este sitio, pensé, al mismo tiempo que intentaba limpiarme el pringue de las manos, sin saber si estaba usando la servilleta, la falda, o la americana del señor de al lado.
Pero no, no se había cortado la electricidad porque todavía a oscuras escuchamos los rimbombantes compases de una grabación , que había conocido mejores tiempos, de la marcha nupcial.
Y de repente, el cielo se abrió sobre nuestras cabezas!! Pero no era el fin de la aldea gala, sino algo mucho peor, porque no solo se abrió el cielo sino que de él emergió un inmenso objeto volante (bueno, más bien colgante) no identificado: blanco, redondo, de tres pisos y con dos figuritas encima.
El típico ovni tarta nupcial, vaya.
Aplausos, risas, ooooooooohs, y algún ¿pero no has chupado la cabeza de las gambas si es lo mejor ? despistado acogieron a tan extraño platillo volante que al final, y en contra de todos los pronósticos, aterrizó sin más incidentes para solaz y regocijo de la concurrencia, y del maitre que gracias a eso pudo salir raudo y veloz con la inevitable espada del Greco, mientras el fotógrafo no paraba de hacer fotos, aunque inutilmente porque yo, por lo menos, sin tener ninguna foto, lo tengo grabado en mi memoria. Y no consigo olvidarlo. aunque creedme, lo he intentado.
pd. Voy a estar unos días fuera, si tardo en contestar los comentarios, no es que ya no os quiera.
39 comentarios:
Yo voto por la tarta ovni. Será porque yo si estuve en una así.:) Un beso.
Si yo hubiera encontrado bodas tan curiosas y divertidas como las que tu has vivido seguramente habría ido a más, pero he ido a bodas muy normalitas y muy pesadas pero de las que no me podía escapar de ninguna manera: mis hermanos, mis primas hermanas.... Por lo general se me ocurre algo para regalar pero no tener que ir.
Personalmente me quedo con la de la cantante calva.
Ya nos dirás.
Susana: Qué haría yo sin ti y tu respuesta rauda y veloz, te apunto la primerísima a la opción de la tarta, que veo que es más popular de lo que yo creía.
Mariuca: Bueno... de todo ha habido en la viña del Señor, no te creas... en todo caso solo he ido a una de esas apasionantes celebraciones ¿sería la de mi futura suegra? Chachaaaaan.
Bueno, tengo que decir que mi boda preferida es la segunda, por la cantante calva, el compi guapetón, la descortesía de que no te sentaran al lado de la novia (era a la única que conocías) y la sorpresa final. No estoy segura de que sea esa la respuesta correcta, pero la voy a elegir porque me encanta :-))) Así que me quedo con la cantante calva.
P.D.: Qué puntazo los novios que no van a su banquete de boda ¿por qué sería? Yo creo que andaban justos de presupuesto, los pobres... o que tenían unas ganas locas de irse de luna de miel y perder de vista a los invitados.
Mónica Serendipia: Ya ves, así perdí al amor de mi vida, por tener oído musical!!
Por lo menos ahora ya no tengo que quitar manchas de césped de los vaqueros del Kiabi.
Los novios ausentes... qué gran misterio.
Yo voto por la primera. Eso si, sea la que sea, ole por tu imaginación con las otras tres!!! jejeje. Ay lo que me reido. Lo de la mesa setentera y la tarta al whisky me suena muy familiar y doy fe de ello, jejeje. Incluso hace ya unos cuantos años (no demasiados) en la boda de una prima pusieron ensalada de tomate y quicos como entremeses. Odio las bodas desde entonces.
Saludos, cagonceta. :p
Charlie Hell: De momento eres el primero que ha escogido la primera, la de los novios que se perdieron la tarta al whisky.
Gracias, gracias, el mundo nupcial da para mucho y entre cosas que me han contado y otras que he rozado... daría para muchas entradas.
Pero algunas darían mucho miedito y tú lo has dicho, soy una cagonceta.
Pienso que es la primera, aunque para agilizar las cosas yo sugeriría que fuese siempre al revés, o sea, que los novios faltasen a la ceremonia (lo que la resumiría mucho) y luego si quieren asistir al banquete pues bueno, no estorban. Y si no van al banquete tampoco pasa nada. De hecho aunque no sea un banquete de boda me da igual, con que haya comida. Y si no hay nadie más excepto yo tampoco. Tengo hambre. Voy a picar algo ahora.
Las otras opciones han estado muy graciosas, aunque la que más me intrigó fue la de la tarta ovni, con el costoso mecanismo que debía haber detrás de semejante espectáculo es una lástima que se demoliera el edificio.
Doctora: Muy bien, la primera opción empieza a ganar seguidores.
Así, entre nosotras, a mí no me importaría casarme si no tuviera que ir a la boda.
Por eso discutimos el hijo de la cantante y yo, y acabó la cosa como acabó.
Ah, que los de la tarta se arruinaron después de montar tamaña obra de ingeniería civil y tuvieron que cerrar y vender el terreno. Así como te lo cuento.
Lo has puesto difícil. Cualquiera de ellas podía haber sucedido, pero me voy a decantar por la tercera, más que nada porque nadie la ha elegido y está la pobre ahí solitaria y triste.
Una cosa... ¿y aquella boda del sorbete de mandarina? ¿Esa no cuenta? ;)
Para mí TODAS son ciertas. Son totalmente verosímiles y yo no sabría decir si alguna es falsa... O todas... XD
Todas esas cosas han pasado en bodas a las que he ido. Es más, el gracioso de la corbata ¿no se llamaría por casualidad Bilito? Es que tengo un primo que se dedica a eso en las bodas, es el de vivan los novios, que se besen, lo de la lengua... y no me extrañaría nada que hubiera ido con la navaja a cortar la corbata al novio y que se hubiera cortado. Yo voto por ese, por más que todas son reales como la vida misma.
Muy difícil elección, porque todas, todas son de lo más verosímiles. Dentro de lo surrealistas que suelen ser estos eventos. Pero voy a votar por la primera, porque es la que más me ha intrigado. ¿Será que los novios habían planificado mal y el avión para Cancún (o donde se fuese por entonces) salía antes de lo esperado?
No voy a concursar porque nunca acierto en tus concursos y eso es malísimo para mi autoestima; además no me motiva mucho el premio que ofreces. Pero ¡cómo me he divertido con tus historias de vida! En este caso da lo mismo cual sea la historia cierta o cual inventada, lo que importa es el buen rato que me has regalado con ellas. Gracias y que lo pases muy bien.
Uff, yo dudo entre la cantante y la tarta ovni, pero creo que voy a decantarme por tu ex-futura-no-suegra! :D
saluditos!
La cantante calva! la cantante calva!
Lo de siempre: aplauso en ovación sostenida. Se me ocurrió leerte con la criatura dormida y demasiado cerca... así que me tuve que meter un pañuelo en la boca, sí como lo lees, para no despertarla con mis carcajadas. Yo voto por la de la mala imitadora de Rocío Durcal.
Un abrazo desde Budapest
Odio las bodas, a muerte, de hecho les pido a mis amigos que no me inviten, yo voy a la puerta de donde hagan la ceremonia, les saludo, dos besos, una felicitación, un abrazo y "ya nos vermos cuando volváis del viaje de luna de miel, que quiero ver fotos" y me voy corriendo a casa antes de que me obliguen a quedarme.
Que sepas que en esta entrada de mi blog hay algo para ti.
Ains me gsutan todas las opciones :)
Me voy a quedar con la del Ovni, que eso de que la tarta llegue del espacio exterior me parece así como demasiado extraño como para que se te ocurra de la nada :)
pero siempre fallo jajjaaj
De todas maneras, han estado muy divertidas todas!!
Vale, yo voto por la cantante calva. Es una historia de intriga, romance y vergüenza que me ha cautivado. Tiene que ser real. xD
(Casi no me acordaba de Balki. De hecho lo recordé porque vi una reposición hace poco en la TDT. Qué tiempos...).
Yo voto por la primera: los novios no fueron. Es tan surrealista como sensato.
Isabel Hernández: Gracias Isabel, la opción tres y una servidora te lo agradecemos, porque hubiera quedado muy mal que no la hubiera votado nada y el premio se hubiera quedado desierto
Uy, que no, que no, que todo puede ser ;-)
La del sorbete es que ya os la conté, entonces está bastante claro que sucedió y no iba a haber mucha intriga.
El niño desgraciaíto: Muy bien dicho, todas son muy verosímiles a la par que jacarandosas y ... jo, ya no se me ocurren más chorradas. Qué difícil es hacerse la pelota a uno mismo.
Jane Jubilada: O sea que tú le conoces? A Bilito, digo? Ha ido a muchas bodas que he ido yo, no siempre tenía la misma cara pero más o menos era tu primo (o el mío, no sé)
Te apunto, guapa.
Elena Rius: Sí, es lo que tienen las bodas, que al ser muy surrealistas, todo es posible.
Ummm, veremos si fue la primera.
Natalia D. Muchas gracias guapa, tus palabras son Red Bull para mí: siempre me dan alas (aunque después de este comentario temo que ya no vuelvas a entrar)
Lillu: Sería la caña que en una boda se conjugaran ambas, no? la tarta voladora y la cantante calva.
Vale, un voto más para mi frustrado amor
Rune Cárter: Te apunto! Te apunto! ;-)
Madre Exilio: No te ahogues por mi culpa, por favor!! Menudo cargo de conciencia!!!
Me alegra que te haya gustado y que no se despertara la Muñe.
Besitos, guapa.
Chechu Rebota: Pero tú eres un aventurero, un temerario, un loco!! Al decir eso te arriesgas a que te enseñen (con voz terrorífica) ¡¡El video de la bodaaaa!!!
AAAHH! Qué miedo!!!
Ahora paso a verlo, muchas gracias.
Isi: Gracias guapa, me alegro que te haya placido vivamente. Te apunto la tarta extraterrestre.
Taramabana: Tú lo has dicho: intriga, romance y vergüenza, los componentes básicos de cualquier boda.
Balki, yo sí que me acuerdo bien de la serie y del "primo Lari" ... de lo que no me acuerdo es de lo que cené ayer, pero sí de Mary Ann que era muy guapa y llevaba unos pelos horribles.
Gracias por participar, te apunto en la opción más votada de momento.
Ángeles: A veces lo más extraño es lo más verosímil. Vale, casi siempre.
Que maravilla! Te extrañaba! bueno yo mas bien que he andado perdido, pero no por ganas, sino porque tengo mucho trabajo y poco tiempo para escribir. En fin pues yo voto por la boda #1, porque yo fui a la boda de mi prima la cual despues de la ceremonia se fue de luna de miel y los invitados nos quedamos en la fiesta sin novios pero con mucha comida!
EA!
Gallo: ¡¡Cuánto bueno por aquí!!
Yo también te echo de menos!! Vuelve a casa vuelve por navidad! Bueno, vuelve al blog en todo caso.
O sea que lo de pasar del banquete e irse de viaje está de moda entre los primos, eh? Qué malandrines.
O no, no sé...
Voto por la boda con cruz de navajas (por una mujeeeeer, que cantaría Mecano, mientras Nacho aporrea sus 24 teclados) aunque, por supuesto, mi preferida es la segunda boda.
LaEsti: Brillos mortales despuntan al albaaaa.
Cielos, ya se me ha pegado. Y lo peor es que me parece estar viendo al susodicho Nacho Cano tocando los dos teclados a la vez mientras movía la melenita.
Ays!!
Tu Lord Wilson si le añades las canciones y las chorreras de Pepito de Jerez, lo viví yo en Salones Romance, entre el mayor número querubines de escayola por metro cuadrado de Europa. Así que, aunque la 1 me atrae tengo que decantarme por este OVNI.
Un abrazo
Uno: Pepito Juárez, Salones Romance, escayola... suena francamente prometedor, la verdad.
Debió ser un día inolvidable, que a fin de cuentas es lo que quiere todo el mundo ¿no? Que se consiga por haberte dado la peor comida de la historia o porque a la suegra se le cayera la faja, casi es lo de menos.
¡¡Voto por la cantante calva!!
Solo a ti te puede suceder eso de rechazar una futura suegra que maullara mojada bajo la lluvia. ¡¡¡Dioss qué risa!!
Y para que mi voto tenga valor oficial te lo envío en una carta a los Corintios
¿Me puedo ir en paz?
JuanRa Diablo: Es que maullaba bajo la lluvia, compréndelo.
Los corintios sí que me comprendieron, de verdad.
Y cortaron la tarta con un sable enorme? porque entonces yo también fuí!!!
Pufff anda que no dan de sí las bodas para contar anécdotas
Besos
pense que lo que iban a bajar del cielo que se abrio fue a miley cirus colgada de una bola de demolicion. que susto. y coincido que los espectaculos de parejas que cantan a lo pimpinela son fatales fatales. lo unico peor es cuando no es una pareja sino un tipo con media cara maquillada, media peluca y medio vestido de un ladom y medio smoking del otro que va cantando de un perfil y luego de otro
Blackmount: Creía que ibas a decir "Miley Cyrus con la lengua fuera" pero claro, eso sería una redundancia.
Oh cielos, me encantan esos de la media peluca y el medio bigote de hombre, de hecho habría que proponérselo a la ínclita Hanna Montana para que lo incluya en su nuevo numerito, y a ver cómo saca media lengua fuera y medio no.
MientrasLeo: Por supuesto, lo del sable que no falte!!
Loque:
ayyy pero que bodas tan feas...las de acá parecen ser más agradables...que bueno que nos separa un océano :D jajaja
Aunque hasta acá si que llegan las cartas de los Corintios.
Creo que todas son muy creíbles y me hace corto circuito la cabeza tener que pensar cuál es la falsa...
Lamento mucho que tu suegra se meteria de esa manera entre tú y su hijo. Pero si desafina la familia política no hay más: lo indicado es correr a las montañas.
Un beso,
Ale.
Bibliobulímica: Di que sí, si tu suegra desafina, mejor acabar pronto con la relación, antes de que termines oyéndola cantar en las próximas 40 navidades/cumpleaños/etc...
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